EEUU ha reconocido, por primera vez, oficialmente que a partir de 2014 no sólo sus fuerzas terrestres sino también unidades de su Fuerza Aérea permanecerán en Afganistán.
EEUU ha reconocido, por primera vez, oficialmente que a partir de 2014 no sólo sus fuerzas terrestres sino también unidades de su Fuerza Aérea permanecerán en Afganistán, señaló el jefe adjunto de operaciones aéreas de la coalición, Kenneth Wilsbach, en una entrevista concedida al Washington Times.
El general precisó que ninguna decisión ha sido tomada todavía con respecto a la eventual colaboración entre la Fuerza Aérea de EEUU y el Ejército Nacional Afgano.
El principal contingente de fuerzas occidentales abandonará Afganistán de aquí al final de 2014. El número de las fuerzas de la OTAN que queden en el país vendrá determinado por el Pacto de Seguridad sobre el cual Kabul y Washington no logran ponerse de acuerdo. Los efectivos aproximados de esta fuerza, según la revista Foreign Policy, serían de 9.000 soldados estadounidenses y 6.000 de otros países de la OTAN. Es posible que ellos se instalen en las proximidades de aeródromos que acaban de ser renovados, señaló Oleg Kulakov, profesor de la universidad militar rusa.
“Ellos han invertido mucho dinero en la renovación de las bases aéreas de Bagram y Shindand. En el aeropuerto de Herat continúan los trabajos, mientras que en Kandahar y Mazar-i Sharif aquellos han quedado completados. Es en estos aeropuertos donde serán desplegadas las fuerzas militares terrestres.”
En lo que se refiere a la presencia de los aparatos estadounidenses, su papel no está claro. Su número limitado no puede ayudar eficazmente a las tropas sobre el terreno y la aviación afgana, compuesta sobre todo por helicópteros, no es una gran ayuda a este respecto.
Kukalov considera que la lucha contra los talibanes no será una prioridad para las fuerzas estadounidenses en Afganistán a partir de 2014 y recordó el hecho de que los norteamericanos se esfuerzan por todos los medios por lograr un acuerdo secreto con los talibanes para que éstos les dejen en paz. El Pacto de Seguridad es, pues, una excusa para quedarse en Afganistán, donde los estadounidenses prosiguen sus propios objetivos.
“Ellos pueden desde allí vigilar los territorios de Irán y Pakistán. Pakistán es importante para ellos por varios motivos: es un régimen inestable, que posee arsenales nucleares. Además, Pakistán coopera estrechamente con China. También está la cuestión de Asia Central. Es por estas razones que EEUU lanzó una operación militar en 2001.”
La presencia de los aviones será útil para misiones de espionaje y recogida de información así como diversas misiones secretas.
Nikita Mendkovich, experto del Centro de Estudios del Afganistán Contemporáneo, considera que la región se ha convertido en un objetivo estratégico para EEUU. “Ellos perciben Afganistán como una gran base aérea que les pertenece en la región. La presencia de los aviones estadounidenses servirá para amenazar a Irán y China.”
El problema, sin embargo, es que la guerrilla afgana exige la partida de todas las fuerzas extranjeras del país y continuará luchando con tal objetivo. El régimen afgano se mantiene gracias a los apoyos occidentales, pero tras la retirada de los soldados de la OTAN podría sufrir un deterioro, señalan los expertos, lo cual arroja dudas sobre la viabilidad de la continuación de la presencia militar extranjera en el país.