Varios centenares de sirios se manifestaron el lunes cerca de la Embajada de EEUU en la capital, Damasco, pidiendo a Washington que deje de inmiscuirse en los asuntos internos de Siria.
Varios centenares de sirios se manifestaron el lunes cerca de la Embajada de EEUU en la capital, Damasco, pidiendo a Washington que deje de inmiscuirse en los asuntos internos de Siria.
Los manifestantes cantaron eslóganes contra la “política de doble rasero” de Washington y dijeron que cualquier intervención estadounidense sólo servirá para “reforzar la unidad del pueblo sirio”, señaló la agencia oficial siria SANA el domingo.
En una entrevista con Radio Sawa, el embajador de EEUU en Siria, Robert Ford, dijo: “La Administración norteamericana ha pedido a Siria que detenga de inmediato su ayuda a Hezbolá y reconozca la soberanía de Líbano sobre su todo su territorio, como parte de los vínculos amistosos” entre los dos países, dijo un corresponsal de Press TV.
Sus comentarios fueron vistos por los manifestantes como otro signo de la injerencia de EEUU en los asuntos de Siria.
Además, la Administración estadounidense ha impuesto sanciones contra tres responsables sirios así como contra la Agencia de Inteligencia siria por lo que Washington considera como una “represión contra los manifestantes”.
“EEUU está buscando robustecer las sanciones y ha impuesto ya algunas nuevas contra los líderes sirios,” dijo la secretaria de Estado, Hillary Clinton, el jueves.
Desde que los disturbios comenzaron a mediados de marzo, las fuerzas de seguridad sirias han estado chocando de manera constante con grupos armados en diferentes partes del país.
El Ejército sirio ha colocado algunas áreas bajo su control en la ciudad de Baniyas, en el noroeste del país, mientras que tropas sirias han sido atacadas por algunos residentes en los alrededores de la ciudad occidental de Homs.
Decenas de personas, incluyendo miembros de las fuerzas de seguridad y soldados, han muerto en el país desde el estallido de los disturbios.
Las autoridades sirias han culpado a elementos foráneos por las muertes.
Los observadores de Oriente Medio insisten en que los actuales disturbios en Siria están lejos de ser una “revolución” y afirman que buscan dañar la política siria, que es favorable a la Resistencia anti-israelí.