El Consejo Rusia-OTAN ha dado su apoyo al acuerdo ruso-iraní sobre las armas químicas en Siria.
El espaldarazo del Consejo Rusia-OTAN al acuerdo de Moscú y Washington para colocar bajo control internacional y destruir el arsenal químico de Siria representa otro triunfo de la diplomacia del Kremlin, destacan hoy aquí medios de prensa.
Representantes de ambas partes respaldaron al final de una reunión extraordinaria la importancia de una eliminación rápida, segura y verificable de esos armamentos que hasta ahora Damasco ha mantenido como elemento disuasorio frente a las amenazas de Israel.
Los miembros del Consejo Rusia-OTAN condenan el uso de armas químicas y esperan un cumplimiento total de las demandas de la comunidad internacional, sostiene un comunicado, citado aquí por la televisión.
Sin embargo, el secretario general del bloque militar de Occidente, Anders Fogh Rasmussen, amenazó con el empleo de la fuerza en caso de incumplimiento, añade la fuente.
Este punto de vista, contrasta con la posición de Moscú, expresada la víspera por su canciller, Serguei Lavrov, tras reunirse en la capital rusa con su par francés, Laurent Fabius.
Al intervenir ante la prensa junto a Fabius, el jefe de la diplomacia del Kremlin insistió en que las partes coinciden en la necesidad de cesar el baño de sangre en el país árabe, respetar su soberanía y el carácter laico de ese Estado.
Insistió, no obstante, en que mantienen ciertas discrepancias acerca de las vías para lograrlo, en relación con la proposición francesa de impulsar junto a sus aliados occidentales una resolución del Consejo de Seguridad que incluya el uso de la fuerza.
En opinión de Lavrov, los inspectores de la ONU deben investigar todas las denuncias sobre el empleo de armamento químico en Siria, además del ya probado ataque con gas sarín el 21 de agosto, con saldo de centenares de víctimas en una zona suburbana de Damasco.
Moscú todavía tiene serias razones para creer que el uso de las armas químicas cerca de Damasco es un acto provocativo, insistió el jefe de la diplomacia del Kremlin.
Lavrov subrayó que esclarecer la verdad es una especie de examen para el Consejo de Seguridad de la ONU.