El ejército y la policía egipcios atacaron el jueves la localidad de Kerdassa, cerca de El Cairo, para perseguir a los extremistas.
El ejército y la policía egipcios atacaron el jueves la localidad de Kerdassa, cerca de El Cairo, para “perseguir a los extremistas”. Un alto mando de la policía falleció durante la operación, señaló la agencia oficial de prensa Mena.
Los intercambios de disparos “entre las fuerzas de seguridad y los terroristas” en la localidad, próxima a las Pirámides, se saldaron con la muerte del general Nabil Farrah, jefe adjunto de la policía en la provincia de Guizeh, de la cual depende Kerdassa, según un responsable de la seguridad.
Esta operación, que buscaba “limpiar al ciudad de elementos terroristas”, fue decidida durante una reunión urgente de responsables del Ministerio del Interior durante la noche anterior. El objetivo del asalto era arrestar a “140 personas buscadas” y hallar a los autores de la masacre de Kerdassa, en la que 14 policías egipcios fueron muertos el 14 de agosto.
Arrestos
Tres horas después del inicio del asalto, un portavoz del Ministerio del Interior, Hani Abdel Latif, aseguró que “las fuerzas de seguridad continuarán su operación en Kerdassa”.
“No nos detendremos en tanto que no hayamos limpiado el pueblo de todos los terroristas y criminales”, señaló. “Hasta ahora han sido detenidos 85 sospechosos, incluyendo algunos implicados en el ataque a la comisaría”.
También señaló que las fuerzas especiales del Ejército estaban implicadas en “combates directos” con los extremistas.
Poco después, la televisión estatal dijo que los combates en la ciudad habían cesado y que las tropas estaban llevando a cabo registros “casa por casa” en busca de militantes que se hallaban huidos.
Asalto en Delga
El pasado lunes, las fuerzas de seguridad egipcias llevaron a cabo un asalto similar en la ciudad de Delga, en la provincia de Minya, que estaba también en poder de extremistas.
Esto sucede al mismo tiempo que el ejército egipcio continúa llevando a cabo operaciones en la Península del Sinaí contra grupos militantes armados.
Las autoridades nombradas por los militares han señalado que están llevado a cabo “una guerra contra el terrorismo”. Ellas han detenido a los líderes de los Hermanos Musulmanes, a los que pertenece Mohammed Mursi, el presidente egipcio derrocado el pasado 3 de Julio, para tratar de decapitar el movimiento islamista más influyente en Oriente Medio.