Obama ha repetido de nuevo sus llamamientos en favor de una acción militar contra Siria acusando otra vez al gobierno de al Assad de utilizar armas químicas en un ataque el mes pasado.
El presidente estadounidense, Barack Obama, ha repetido de nuevo sus llamamientos en favor de una acción militar contra Siria acusando otra vez al gobierno de Bashar al Assad de utilizar armas químicas en un ataque el mes pasado.
“El 21 de agosto, el régimen utilizó armas químicas en un ataque”, dijo Obama durante su discurso ante la 68ª Asamblea General de la ONU el martes.
El presidente estadounidense amenazó asimismo con usar la fuerza militar contra Siria “si es necesario”.
“EEUU está preparado para emplear todos los elementos de nuestro poder, incluyendo la fuerza militar, para asegurar sus intereses centrales en la región. Continuaremos luchando contra las agresiones externas contra nuestros aliados y socios, como hicimos durante la Guerra del Golfo (contra Iraq)”.
Esta afirmación parece ser la elaboración de una doctrina de política exterior según la cual Washington se arroga el derecho a intervenir en cualquier país de Oriente Medio que desee para proteger sus “intereses centrales”.
Obama dijo que “un acuerdo sobre las armas químicas debería dar paso a un esfuerzo diplomático mayor” en Siria, refiriéndose al acuerdo ruso-estadounidense que puso el arsenal de armas químicas de ese país bajo el control internacional.
Él también mencionó su llamamiento en favor de una solución política al conflicto en Siria durante sus convesaciones con el presidente ruso, Vladimir Putin.
“Como he discutido con el presidente Putin durante más de un año... mi preferencia ha sido siempre una solución diplomática,” dijo. “Hemos alcanzado un acuerdo para poner las armas químicas de Siria bajo control internacional. El gobierno sirio ha dado un primer paso al proporcionar una relación de sus arsenales de armas químicas”.
Él continuó diciendo que el Consejo de Seguridad debe aprobar una “fuerte resolución” que asegure que Siria cumplirá con la entrega de las armas químicas o hará frente a “consecuencias” si no lo hace, dijo Obama.
La belicosidad del discurso de Obama parece dejar claro que “el giro hacia la diplomacia” en relación tanto a Siria como Irán no representa ningún cambio sustancial en la política agresiva que Washington ha estado promoviendo en la región mediante sus guerras de la pasada década, sino una maniobra táctica impuesta a la Administración Obama por el surgimiento de una hostilidad sin precedentes e inesperada hacia la posibilidad del desencadenamiento de otro conflicto en la región.