La emergencia de un nuevo bloque radical que se opone a la Coalición Nacional opositora siria ha trastocado los planes de EEUU.

Algunas de las fuerzas rebeldes más efectivas, incluyendo al menos tres que estaban anteriormente alineadas con el mando rebelde apoyado por EEUU, han formado una nueva alianza con los grupos pro-Al Qaida, en un desarrollo de los acontecimientos que “socava los esfuerzos de la Administración estadounidense para construir una oposición moderada y llevar a cabo unas negociaciones que pongan fin a la guerra civil en Siria”, señaló el periódico estadounidense McClatchy.

El martes una docena de grupos armados anunciaron la creación de una nueva confederación y su ruptura con la Coalición Nacional opositora. Entre estos grupos está el Frente al Nusra, afiliado a Al Qaida, que EEUU ha designado como organización terrorista, así como Liwa al Tauhid, Liwa al Islam y Suqur al Sham, que formaban parte del Consejo Militar Supremo, apoyado por EEUU.

El abandono de estas organizaciones supone un duro golpe al Comando Militar Supremo y el ESL porque aquellos eran los grupos más numerosos y activos que componían este último

“Ellos eran los pesos pesados del ESL y ahora se han sentado a firmar un acuerdo con el Frente al Nusra”, dijo Joshua Landis, director del Centro para Estudios sobre Oriente Medio en la Universidad de Okhlahoma.

El nuevo bloque ha señalado que su interpretación particular de la ley islámica debe ser la ´”única fuente” de la legislación siria. También han rechazado explícitamente a la Coalición Nacional, la organización que pretendía representar a los sirios en el exterior. Esta coalición “ni nos representa ni la reconocemos”, señaló el comunicado de los grupos, que se refieren a sí mismos como la “Coalición Islamista”. Ellos también han rechazado “cualquier ayuda militar occidental”.

El bloque ha pedido también “a todos los grupos militares y civiles de oposición que se unan en un claro contexto islámico, basado en ley islámica como única fuente de legislación”.

La emergencia de esta Coalición Islamista tiene lugar en un momento en el que los representantes de la Coalición Nacional opositora, con sede en Estambul, habían acudido a la ONU para intentar convencer a sus patrocinadores de que dieran más dinero y armas a la causa rebelde “pero esto será mucho más difícil ahora que el Comando Militar Supremo ha perdido a sus mayores milicias”, señala el periódico.

Esto también daña las expectativas de los planes del Departamento de Estado, acordados con Rusia, para una conferencia de paz en Ginebra, ya que está claro que la Coalición Nacional no es representativa de la oposición siria.

“Para ser claro y franco, es un problema que la oposición cuente en sus filas con grupos extremistas y terroristas y no me retraigo de utilizar la expresión “grupos terroristas”. Ése es un hecho”, dijo el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, a McClatchy. “Eso, por supuesto, está debilitando a la oposición”.

La aparición del nuevo bloque islamista también desmiente las afirmaciones de responsables estadounidenses, como el secretario de Estado John Kerry, de que el movimiento rebelde es laico, y demuestra, por el contrario, su profunda vinculación con Al Qaida.

Charles Lister, que supervisa los movimientos yihadistas para la compañía IHS Jane´s, con sede en Londres, señala que el nacimiento del nuevo bloque podría ser un punto de inflexión para la oposición siria. “Si esta nueva alianza cristaliza será probablemente el punto de inflexión más significativo en la evolución de la insurgencia antigubernamental hasta la fecha”, dijo Lister a McClatchy. “Los grandes actores - Liwa al Tawheed, Liwa al Islam and Suqor al Sham – han dejado claro finalmente a quien pertenece su fidelidad”.

En lo que se refiere a la Coalición Nacional, ella “está quedando marginada sobre el terreno. Está perdiendo su influencia mientras que los radicales están consiguiendo ganancias territoriales,” señaló Shashank Joshi, del Royal United Services Institute, con sede en Londres. “La única cosa que les queda es la legitimidad diplomática”.