Los presidentes Barack Obama y Hassan Rohani hablaron el viernes por teléfono, en lo que supuso un contacto sin precedentes de alto nivel entre EEUU e Irán desde la Revolución Islámica de 1979.
Los presidentes Barack Obama y Hassan Rohani hablaron el viernes por teléfono, en lo que supuso un contacto sin precedentes de alto nivel entre EEUU e Irán desde la Revolución Islámica de 1979.
“En este instante acabo de hablar con el presidente Rohani”, dijo Obama durante una intervención el viernes en la Casa Blanca.
Se trató de un anuncio tan inesperado como espectacular. EEUU e Irán rompieron sus relaciones diplomáticas en 1980 tras la Revolución Islámica del año anterior.
“Hemos hablado de nuestros actuales intentos de lograr un acuerdo sobre el programa nuclear de Irán,” añadió el dirigente estadounidense.
El presidente iraní confirmó esta conversación igualmente en su cuenta de Twitter casi al mismo tiempo que su homólogo estadounidense tomaba la palabra.
“Los dos presidentes han insistido en la voluntad política de resolver rápidamente la cuestión nuclear y prepararse para resolver otras cuestiones así como para cooperar en los temas regionales,” anunció Rohani.
Los dos presidentes también se pusieron de acuerdo para confiar a sus ministros de Exteriores -Mohammad Yavad Zarif y John Kerry- la misión de preparar “lo antes posible” las condiciones para una “cooperación necesaria”.
La conversación, la primera directa entre los dirigentes de EEUU e Irán en 30 años, tuvo lugar mientras que Rohani se dirigía al aeropuerto para abandonar Nueva York, donde estuvo realizando una visita de cinco días con ocasión de la celebración de la Asamblea General de la ONU.
Según un alto representante estadounidense que se expresó bajo la cobertura del anonimato, Rohani y Obama discutieron a través de intérpretes pero se despidieron hablando Obama en farsi y Rohani en inglés.
“Somos conscientes de todas las dificultades que nos aguardan,” añadió Obama en su alocución, que se produjo tres días después de haber pronunciado en la ONU un discurso en el que afirmó que estaba dispuesto a dar una oportunidad a la diplomacia para intentar resolver el tema del programa nuclear de Irán, que se ha convertido en el mayor contencioso entre Teherán y los países occidentales.
“El simple hecho de que esta llamada fuera el primer contacto de dos presidentes estadounidense e iraní desde 1979 ilustra la profunda desconfianza que ha reinado entre nuestros dos países,” dijo Obama. Sin embargo, el hecho de que esta conversación se produjera “muestra también que existe la posibilidad de superar esta historia difícil”.
“Yo creo que hay una base para una solución” con Teherán, aseguró.