Irán ha coronado 33 años de resistencia frente al bloqueo estadounidense y occidental imponiendo a EEUU su reconocimiento como potencia regional independiente, según sus propias condiciones.
Irán ha coronado 33 años de resistencia frente al bloqueo estadounidense y occidental imponiendo a EEUU su reconocimiento como potencia regional independiente, según sus propias condiciones. Gracias a la sabiduría de su liderazgo, Teherán ha logrado arrancar este reconocimiento tanto en lo que se refiere a la forma como al fondo.
EEUU ha aceptado el reconocimiento de la potencia de Irán y se ha resignado a aceptar su entrada en el club de los grandes del mundo. Asimismo, ha reconocido su derecho a la explotación pacífica de la energía nuclear, sin que Irán haga la menor concesión, ni siquiera al nivel de las formas.
Hemos asistido al inicio del ascenso de Irán, que ha resistido todo este tiempo las guerras complejas lanzadas por sus implacables enemigos, que han utilizado todas sus armas: presiones, amenazas, embargos, bloqueos, sanciones, terrorismo de Estado, asesinato de científicos, atentados terroristas, guerras secretas, guerras económicas, subversión etc.
Sin embargo, a pesar de los gigantescos medios empleados en la batalla por EEUU, Israel y sus auxiliares, ellos han perdido frente a la determinación del pueblo iraní y su adhesión a su independencia.
Frente a estas guerras, Irán ha contado con sus propios medios y ha desarrollado de forma considerable su capacidad militar y tecnológica, logrando incluso lanzarse a la conquista del espacio. En cooperación con Rusia, China, Corea, Brasil, Venezuela e India, la República Islámica ha dado pasos de gigante, que la han transformado en un modelo para los países en vías de desarrollo.
Los ciudadanos iraníes han llevado a cabo enormes sacrificios para salvaguardar la independencia de su país. Hoy en día, ellos pueden al fin ver realizados sus objetivos, imaginados por los grandes jefes y estrategas al principio de la revolución: construir un estado independiente, dotarlo de los medios necesarios para defender su independencia y obligar al Occidente colonialista a reconocerlo. Todos estos planes han sido desarrollados en estos 33 últimos años a través de los pasos dados en esa dirección.
El reconocimiento estadounidense de la potencia iraní es una consagración de los nuevos equilibrios en Oriente Medio y más particularmente en la región del Golfo. En esta última, la presencia del papel iraní en los campos político y económico será decisiva.
En el plano estratégico, es importante poner el acento en la importancia de la alianza sirio-iraní, que ha promovido y consolidado el Eje de la Resistencia. Esta alianza ha ayudado a Irán a construir su modelo independiente en el escenario mundial. La resistencia de Siria y de su presidente ha ofrecido a los pueblos del mundo la oportunidad de liberarse de la hegemonía unilateral norteamericana y la alianza entre Damasco y Teherán ha creado las bases de una disuasión frente a Israel.
Hoy en día, el Líder Supremo de la Revolución Islámica, ayatolá Ali Jamenei, puede decir a los escépticos -y ellos son cada vez menos numerosos en Irán- que la apuesta de su país por la Resistencia y por Siria ha salido ganando. Se trata de un valioso activo estratégico que ha permitido a Irán conseguir numerosos logros.
Ghaleb Kandil – Tendances d´Orient