Ahmet Uzumcu, de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, ha señalado que los inspectores no pueden entrar en las zonas bajo control rebelde.
Ahmet Uzumcu, de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, ha señalado que los inspectores químicos han entrado en cinco de las casi 20 instalaciones capaces de producir armas químicas en Siria, pero no han podido acceder a los sitios que se hallan en las zonas dominadas por los rebeldes. Éstos cambian de manos de uno a otro día por lo que los inspectores han pedido a todos los lados que cooperen y acepten ceses del fuego locales y a corto plazo para permitir trabajar a los inspectores.
Por otro lado, los grupos terroristas han hecho explotar dos coches bomba en Damasco, uno de ellos en las inmediaciones del hotel donde se alojan los inspectores. Dos guardias de seguridad murieron junto con los dos conductores suicidas que llevaron a cabo los atentados, señaló RT. Según los terroristas, el objetivo era el edificio de la Radio y TV de Siria en Damasco.
Por su parte, Manuel Oschesereiter, un analista, dijo al canal ruso que los ataques contra los inspectores de la ONU eran intentos deliberados de dañar los esfuerzos diplomáticos internacionales. “Los ataques contra los inspectores de la ONU son algo que beneficia a los rebeldes porque no es de su interés que el equipo de inspectores internacionales pueda trabajar de una forma correcta”, señaló.
Hasta el momento, 19 inspectores de la ONU y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) están en la actualidad trabajando en Siria y visitando sitios de producción de las armas químicas. Sin embargo, otros 12 inspectores están preparándose ya para viajar a Siria y acelerar el proceso.