Un informe diplomático sobre Siria plantea sorpresas a nivel del posicionamiento de los protagonistas con respecto a la crisis siria.
Un informe diplomático sobre Siria plantea sorpresas a nivel del posicionamiento de los protagonistas con respecto a la crisis siria y los contornos del nuevo paisaje que comienza a aparecer a través de los contactos y el diálogo abiertos entre personalidades de la oposición, y especialmente del Ejército Sirio Libre (ESL), y responsables del gobierno sirio.
El informe indica que el conflicto armado entre facciones de la oposición (el ESL y organizaciones kurdas, por un lado, y el Frente al Nusra y el Estado Islámico de Iraq y Siria, por el otro) se inscribe en el marco de un escenario preestablecido.
El informe añade que el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y su homólogo ruso, Serguei Lavrov, están de acuerdo en la necesidad de reunir la Conferencia de Ginebra-2 a condición de que la oposición acepte negociar con el gobierno de Bashar al Assad.
La aplicación práctica sugiere la marginación de los grupos armados extremistas a fin de permitir en una etapa ulterior la integración de miembros del ESL y de las organizaciones kurdas en el Ejército sirio, que limpiaría más tarde la totalidad de Siria de dichos grupos. El informe sugiere que “este giro radical encontrará su consagración durante la Conferencia de Ginebra-2”.
En lo que respecta al Líbano, el informe sugiere que este país se beneficia de un consenso internacional que busca mantener su estabilidad.