Un francés que combatía en las filas de un grupo extremista en Siria se hizo explotar delante de una posición del Ejército sirio la pasada semana en la provincia de Alepo.
Un francés que combatía en las filas de un grupo extremista en Siria se hizo explotar delante de una posición del Ejército sirio la pasada semana en la provincia de Alepo, en el norte de Siria, matando al menos a diez soldados, según el opositor Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres.
El francés, que utilizaba el seudónimo de Abu Qaaqaa, llevó a cabo el miércoles de la pasada semana una operación suicida en Al Hamam, una localidad situada al sureste de la ciudad de Alepo, según el OSDH.
De poco más de veinte años, este terrorista “se hallaba entre los primeros asaltantes de la localidad”, atacada en su mayoría por los militantes del Estado Islámico en Iraq y Siria (EIIS) y el Frente al Nusra, dos grupos vinculados a Al Qaida.
Una foto de Abu Qaaqaa publicada en las redes sociales muestra a un hombre joven que lleva un arma automática y una bandera con el logo de Al Qaida.
El 24 de septiembre, otro francés, Abu Mohammad al Fransi, murió en un combate contra el Ejército sirio en la región. Según una fuente rebelde, él combatía en las filas de Al Ahrar al Sham, una organización extremista.
El ministro francés del Interior, Manuel Valls, ha afirmado que “más de 130 franceses o residentes en Francia combaten en Siria en la actualidad”. Según él, se trata de individuos jóvenes “que a menudo eran ya conocidos por tener un pasado delincuentes y luego se radicalizaron”.
Un informe secreto publicado por el servicio de inteligencia francés señala que centenares de ciudadanos franceses han luchado en las filas de los grupos armados terroristas en Siria.
“El número de franceses implicados en combates en el territorio sirio continúa creciendo y ha alcanzado las 400 personas desde el inicio de la crisis en Siria. Algunos de ellos han muerto y otros han abandonado ya el país”, señaló una fuente de la inteligencia al canal RTL.