Los analistas consideran que el presidente sirio, Bashar al Assad, se siente reforzado y más confiado que nunca.
Los analistas consideran que el presidente sirio, Bashar al Assad, se siente reforzado y más confiado que nunca.
“No es un error decir que él se siente más confiado que nunca,” dijo Shadi Hamid, director del centro de investigación del Brookings Doha Center.
“Cualquier anterior charla sobre un cambio de régimen por parte de la comunidad internacional ha sido dejada de lado y ahora Assad es un socio para la comunidad internacional”, añadió.
Hamid habló poco antes de un encuentro en Londres de una decena de gobiernos árabes y occidentales, que mostraron su apoyo a la oposición y emitieron una declaración conjunta en la que todos ellos renovaron su insistencia en que el líder sirio no debe desempeñar ningún futuro papel político.
Sin embargo, la declaración fue vista como parte de un esfuerzo más amplio para convencer a, al menos, algunos miembros de la oposición siria para que tomen parte en la planeada conferencia de paz de Ginebra.
Aunque muchos en los países occidentales apoyaban la demanda de los rebeldes de que “Assad debe irse”, “ya no se escucha hablar de un cambio de régimen”, dijo Hamid.
Temiendo la creciente influencia de los grupos extremistas dentro de la oposición, algunos de ellos leales a Al Qaida, EEUU ha optado por respaldar un acuerdo político en lugar de dar un apoyo total a los rebeldes.
“Al mismo tiempo, Assad continúa disfrutando del pleno apoyo de sus sostenedores, Rusia e Irán,” dijo Hamid.
En Occidente, “hay una real preocupación por el hecho de que las facciones más fuertes y dominantes son aquellas que la comunidad internacional no quiere en el poder”, afirmó. “Assad cree que este desarrollo ayuda a su narrativa”.
“Por otro lado, la oposición está profundamente dividida, no sólo militarmente sino políticamente también”, señaló. “La oposición política es totalmente irrelevante, así que aquellos que van a ir a Ginebra no representan a los combatientes que actúan sobre el terreno”, que son en su mayor parte extremistas.
Refiriéndose al acuerdo ruso-estadounidense sobre las armas químicas, Hamid señaló que éste era otro factor que había reforzado la mano del presidente sirio. “Las cosas han jugado definitivamente en favor de Assad en los pasados dos meses”, dijo Hamid. “Algunos esperaban que este tema llevara a la caída de Assad, pero en realidad resultó ser un fuerte impulso para él”.
“Cuando el acuerdo fue propuesto por primera vez, Assad rápidamente se mostró dispuesto a cooperar”, dijo Hamid que añadió que había habido un “cambio real” cuando el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, alabó el compromiso del líder sirio con la rápida implementación del acuerdo.
El acuerdo sobre las armas químicas fue “una victoria para Assad, pura y simplemente”, concluyó.