Fuerzas de seguridad egipcia anunciaron hoy el arresto de 72 sospechosos de haber asesinado a un soldado la víspera en la península de Sinaí (noreste).

Fuerzas de seguridad egipcia anunciaron hoy el arresto de 72 sospechosos de haber asesinado a un soldado la víspera en la península de Sinaí (noreste).

Los ataques y emboscadas de grupos armados irregulares en la turbulenta península son, junto a las protestas en esta capital y otras ciudades, las dos principales inquietudes del Gobierno interino instalado tras la deposición del presidente Mohammed Mursi el pasado 3 de julio.

La comunicación del Ejército se limita a reseñar que el soldado murió de un disparo en la cabeza en la zona de Tamada, centro de la península, donde el Ejército y la Policía son blancos casi cotidianos de ataques y atentados dinamiteros por entidades que las autoridades describen como "terroristas".

Los arrestos de los 72 sospechosos sigue a un ataque combinado de desconocidos que detonaron dos bombas al paso de un convoy militar que transitaba entre las ciudades de Rafah y El Arish, en el Sinaí, en el cual murieron un oficial de baja graduación y un chófer civil, y cinco soldados resultaron heridos. El Gobierno interino del presidente Adly Mansour, apoyado por las Fuerzas Armadas, ha descrito la situación en el Sinaí como el principal problema de seguridad nacional.

Una agrupación identificada como Ansar Beit al Muqqadas (Seguidores de la Mezquita Sagrada, árabe) reivindicó el atentado dinamitero que destruyó la cerca de la sede de la Inteligencia Militar en la ciudad septentrional de Ismailia el sábado pasado y recomendó a los civiles mantenerse alejados de las instalaciones militares y policiales.

La misma entidad se adjudicó el atentado de septiembre pasado en el que resultó ileso el ministro del Interior Mohamed Ibrahim.