El Departamento de Estado advirtió en un despacho clasificado el pasado 10 de Junio acerca de una derrota militar de los grupos armados en Siria, particularmente del Ejército Sirio Libre.
El Departamento de Estado advirtió en un despacho clasificado el pasado 10 de Junio acerca de una derrota militar de los grupos armados en Siria, particularmente del Ejército Sirio Libre. Este despacho se correspondía con un informe de inteligencia de Abril de 2013 que afirmaba que las tropas sirias estaban recuperando el terreno obtenido por los rebeldes en Siria.
A pesar de estos informes, EEUU aseguró a algunos de sus aliados en Oriente Medio que los rebeldes estaban ganando terreno en su combate contra el gobierno del presidente Bashar al Assad. Sin embargo, la falsedad de este argumento quedó clara debido a los avances del Ejército y las fuertes derrotas sufridas por los rebeldes en el suroeste y centro de Siria.
El New York Times señaló el pasado 23 de octubre que la comunidad de inteligencia estadounidense advirtió a principios de 2013 de un colapso de los rebeldes. Las nuevas predicciones, que siguieron a más de un año de afirmaciones sobre la inminente caída del gobierno sirio, determinaron que el Ejército sirio había estabilizado la situación y que Rusia e Irán habían reabastecido a Siria con las armas y municiones que necesitaba.
El ESL incapaz de hacer frente a Al Qaida
La comunidad de inteligencia también concluyó que los grupos afiliados a Al Qaida se habían convertido en cada vez más dominantes dentro de la rebelión. Según un informe publicado en Los Angeles Times este mes, los medios de inteligencia estadounidenses están cada vez más preocupados por la posibilidad de que Al Qaida y otros grupos radicales creen un santuario en el norte de Siria, similar al que existe en el noroeste de Pakistán o en Somalia.
Un responsable de inteligencia señaló a LA Times bajo la cobertura del anonimato que los militantes que actúan en Siria suponen “un peligro único para los países occidentales” debido a la “estrecha proximidad de Siria a los intereses estratégicos de EEUU, la facilidad de viajar a Europa desde ese país y la disponibilidad de un arsenal de armas avanzadas por parte de los militantes”.
La comunidad de inteligencia señala que los insurgentes “moderados” son incapaces de frenar el ascenso de los grupos extremistas y su creciente fuerza dentro del campo de la rebelión. Además, “la mayoría del apoyo que los países árabes y occidentales han dado a los grupos rebeldes ha acabado en las manos del Frente al Nusra a través de ciertos operativos que trabajan con esta organización. Estos grupos se dividen además la ayuda entre ellos”.
Parece que en la actualidad y por estas razones, EEUU ha dado marcha atrás en sus planes para expandir el apoyo militar a los rebeldes. El New York Times indicó que la Administración estaba ahora dirigiendo su atención a la aplicación de la resolución del Consejo de Seguridad para desmantelar el arsenal químico de Siria.
“Aunque la misión de entrenamiento (de la CIA) en Jordania continúa, responsables estadounidenses afirman que no existen planes para aumentar drásticamente esta misión bajo el control del Pentágono. La Casa Blanca parece estar preocupada de que un esfuerzo público en este sentido pueda sabotear la iniciativa diplomática para eliminar el arsenal de armas químicas de Siria y celebrar una conferencia de paz”, señaló el Times.