La NSA estadounidense ha espiado a presidentes, hombres de negocios y políticos de países aliados estratégicos de Washington.
La NSA estadounidense ha espiado a presidentes, hombres de negocios y políticos de países aliados estratégicos de Washington. Para defenderse y desviar la atención, los servicios de inteligencia estadounidenses responden del mismo modo que hicieron durante la Guerra Fría, señaló el viernes el periódico ruso Rossiiskaya Gazeta.
Yuru Zaitsev, jefe del Departamento de EEUU de la Rossotrudnitchestvo (Agencia federal rusa para la diáspora rusa en el extranjero y la cooperación cultural) es la nueva víctima pública de una campaña de prensa estadounidense. Citando fuentes anónimas del FBI, dos revistas norteamericanas han publicado reportajes que se refieren a hechos que probarían que Zaitsev ha participado en actividades de espionaje de los servicios de inteligencia rusos en EEUU. Sin embargo, después de un análisis imparcial, los hechos demuestran que el diplomático ruso no ha llevado a cabo actividades que se salgan del marco legal.
Según fuentes del FBI, Zaitsev habría organizado viajes a Rusia para unos 25 estadounidenses, incluyendo politólogos y estudiantes de universidades de EEUU. Rusia ha pagado los billetes de avión, alimentación y hoteles, “en algunas ocasiones de lujo”, para los invitados, según las revistas estadounidenses. Durante sus desplazamientos, estas personas habrían sido recibidas por altos responsables rusos en Moscú y San Petersburgo, así como por un responsable del partido Rusia Unida. En lo que se refiere a Zaitsev, el Washington Post afirma que había realizado “dossiers” sobre ciertos participantes en esta gira.
Cabe señalar que las mismas acusaciones realizadas contra Zaitsev podrían fácilmente ser planteadas contra la Embajada de EEUU en Moscú. Y no sólo contra ella. Cabe señalar que todas las misiones diplomáticas europeas practican este tipo de intercambios invitando a periodistas, políticos y miembros de organizaciones sociales rusas a giras en sus países para conocer mejor la situación en Rusia. Muchas de estas embajadas, incluyendo la de EEUU, piden o realizan dossiers personales detallados sobre los periodistas a los que invitan con el fin de “mejorar el desarrollo de las actividades”.
Es evidente que algunas fuerzas estadounidenses han lanzado una campaña contra Rusia para desviar la atención de la opinión pública de las actividades ilegales de espionaje de los servicios de inteligencia estadounidenses en otros países. ¿Cómo puede explicarse sino una filtración tan grave del FBI, siempre muy discreto en sus investigaciones, en contra del diplomático ruso y las alegaciones comprometedoras en su contra?
Zaitsev ha calificado estos reportajes de prensa de “caza de brujas”. El portavoz de la Embajada rusa en Washington, Eugueni Khorichko, estima que el objetivo es crear de forma artificial en la sociedad estadounidense un temor a Rusia y a los eventuales contactos con rusos. Según él, este tipo de campañas busca torpedear la disposición de los presidentes ruso y estadounidense para expandir las comunicaciones directas entre los ciudadanos de ambos países y reforzar la confianza mutua.