Según fuentes diplomáticas citadas por el periódico libanés An Nahar, el próximo encuentro que tendrá lugar en el mes de noviembre entre Irán y el grupo P5+1 tendrá una gran importancia.
Según fuentes diplomáticas citadas por el periódico libanés An Nahar, el próximo encuentro que tendrá lugar en el mes de noviembre entre Irán y el grupo P5+1 tendrá una gran importancia porque demostrará hasta qué punto las negociaciones del mes de octubre entre Irán y los países occidentales han avanzado.
Según ciertas informaciones, las negociaciones en curso entre EEUU e Irán sobrepasan el tema nuclear y se iniciaron el pasado verano, cuando el Sultán Qabús, de Omán, visitó Irán a título de mediador.
Siempre según las fuentes diplomáticas, las negociaciones se desarrollan en un clima de seriedad y voluntad de hacer avanzar las cosas.
Las informaciones señalan que las negociaciones entre Teherán y Washington se articularán sobre dos puntos: el dossier nuclear, que incluye la anulación de las sanciones internacionales a cambio de garantías de Irán sobre el carácter pacífico de su programa, y la normalización de las relaciones bilaterales entre Irán y EEUU a cambio del reconocimiento de Washington de los intereses estratégicos de Teherán en Oriente Medio.
Las mismas fuentes estiman que esto significa que EEUU continuará reconociendo la influencia de Irán en Iraq y tomará en consideración su influencia en Siria así como la protección de sus intereses en ese país, con independencia de la naturaleza del poder que haya en él al final de la crisis. Lo mismo cabe decir del Líbano.
Las fuentes diplomáticas señalan que no habrá ningún obstáculo que impida este desarrollo, salvo quizás las fuertes objeciones de Israel, que posee una gran influencia sobre el Congreso de EEUU y a buen seguro ejercerá presiones sobre la Administración Obama a este respecto.
An Nahar se refiere también a las fracasadas protestas saudíes en contra de este curso de los acontecimientos. “Arabia Saudí ha ido tan lejos como para afirmar que no dejará que EEUU permita a Irán convertirse en una potencia regional”.
Dichas fuentes señalan que “Occidente desea seriamente una victoria de Siria e Irán contra los extremistas y terroristas takfiris que combaten en Siria. EEUU llevará también a cabo un reconocimiento de Hezbolá si la Resistencia libanesa decide aunar sus esfuerzos a los de los sirios e iraníes para combatir el takfirismo. En otras palabras, Occidente y EEUU están contentos de la acción de Hezbolá en Siria”.
An Nahar concluye diciendo que “la cuestión que se plantea ahora es si la normalización de las relaciones irano-estadounidenses se realizarán a costa de los vínculos entre EEUU y Arabia Saudí.”