24-11-2024 01:00 AM Tiempo de Jerusalén

Las amenazas saudíes vinculadas a los enfrentamientos de Trípoli

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Ningún alto responsable libanés se ha sublevado por las declaraciones del príncipe saudí, Turki al Faisal, en las que éste amenazó al Líbano con una guerra civil.

Ningún alto responsable libanés se ha sublevado por las declaraciones del príncipe saudí, Turki al Faisal, en las que éste amenazó al Líbano con una guerra civil. Como hace con todas las injerencias extranjeras, ya procedan de un país hermano, amigo o incluso de un enemigo, el Líbano oficial ha adoptado una política del distanciamiento.

El 14 de Marzo, tan preocupado por los temas de la soberanía libanesa solamente cuando se trata de Siria, ha guardado silencio. Este último no es sorprendente puesto que, en su consideración, el peligro que acecha al Líbano no procede de aquellos que amenazan al país con una guerra civil, sino del “expansionismo persa, sirio y de Hezbolá”.

Por su parte, el ministro de Hezbolá Mohammad Fneich ha quedado prácticamente solo al poner en guardia contra las “fanfarronadas” de Al Faisal. Los aliados de Fneich han guardado también silencio y los dirigentes de Hezbolá se han referido a “un estado árabe influyente”, aunque Sayyed Hassan Nasralá mencionó públicamente al régimen saudí en su último discurso.

Aquellos que siguen las declaraciones saudíes saben que no es la primera vez que amenazas tan graves son proferidas en contra de Hezbolá y el Líbano. Las amenazas de todo género se han traducido en actos, como las sanciones que han aprobado los países del Golfo en contra de los libaneses de todas las comunidades, especialmente contra los shiíes, que son sospechosos a los ojos de esos regímenes de ser partidarios de Hezbolá o sus aliados.

La lista de estas amenazas no se detienen desde la batalla de Al Qussair, que fue calificada por expertos como “el Stalingrado de Oriente Medio” y en la que los grupos armados sirios, financiados por Arabia Saudí, sufrieron una decisiva derrota.

Dichas amenazas comenzaron a materializarse en los incidentes con el Sheij salafista Ahmed al Assir en Sidón (Saida), actualmente buscado por la Justicia libanesa, y existen ahora informaciones acerca del “castigo de Bandar” (en alusión al jefe de los servicios secretos saudíes Bandar bin Sultán) si los terroristas de Qalamun y la cadena del Anti-Líbano son objeto de un ataque por parte del Ejército sirio.

Fuentes diplomáticas han establecido también un vínculo entre las amenazas saudíes de una guerra civil en el Líbano y los recientes enfrentamientos en la ciudad norteña de Trípoli.