Doha apuesta por un compromiso aceptable entre el gobierno sirio y la oposición, que llevaría a un cambio en la realidad política de Siria.
Irán ha lanzado una señal sobre su disposición a discutir la crisis siria de forma que se abran las puertas a aquellos que quieren dialogar, sin obligarles a realizar un giro político completo en un solo movimiento. Qatar, Turquía y Hamas han aprovechado esta oportunidad.
He aquí algunos sucesos recientes a este respecto:
- Hamas ha entrado en contacto con Hezbolá en el Líbano y con responsables iraníes. Serios progresos han sido realizados y esto ha llevado al movimiento palestino a animar a turcos y qataríes para que establezcan contactos rápidos e intensos con Irán.
- La decisión estadounidense y occidental, tomada hace varios meses, de transferir el dossier de la oposición armada siria de Qatar y Turquía a Arabia Saudí ha irritado a Ankara y Doha.
- Irán ha logrado acuerdos que permiten la ampliación de las bases de diálogo con esos dos países. Al mismo tiempo, les ha animado a dar pasos hacia Siria. Los turcos y los qataríes han realizado gestos de buena voluntad, comenzando por el tema de los rehenes libaneses de Azaz. Esto ha dado pie para que esos países envíen mensajes, a través de mediadores, a Damasco y el Suburbio del Sur de Beirut.
- Doha ha expresado el deseo de restablecer sus contactos con Hezbolá sin ligar esto al debate sobre la crisis siria. Qatar sabe que no puede realizar un viraje completo en la actualidad, incluso aunque está dispuesto a introducir grandes cambios en su política. Los responsables qataríes han preparado, sin embargo, el terreno atribuyendo al ex primer ministro, Hamad bin Yassim, la responsabilidad por las anteriores políticas qataríes.
- Parece que los turcos y qataríes han sufrido un fracaso en el norte de Siria después de que Arabia Saudí haya animado a los grupos salafistas que controla, y que tienen vínculos con el así llamado Estado Islámico de Iraq y Siria (EIIS) y el Frente al Nusra, a lanzar operaciones preventivas para impedir “todo bazar turco-qatarí” a sus expensas. Ankara y Doha han expresado una voluntad de cooperación para convencer a los grupos rebeldes de que inicien un diálogo con el gobierno. Turquía ha endurecido también las medidas de seguridad en su frontera y Qatar ha reducido su ayuda financiera a estos grupos.
- Hezbolá no ha cerrado la puerta a Qatar, pero tampoco la ha abierto del todo. Ha dado una señal de que no se niega a mantener contactos, pero que su posición con respecto a la crisis siria es firme y esencial.
- Las partes regionales e internacionales han comprendido que la Conferencia de Ginebra-2, si tiene lugar, sería un punto de inflexión que llevaría a cambios incluso más dramáticos. Eso es por lo que Arabia Saudí insiste en torpedear esta conferencia e intensifica los contactos para tomar el control de todos los grupos armados, incluyendo las brigadas del Ejército Sirio Libre que están en contacto con Turquía y Qatar.
- Un mensaje qatarí indica que Doha apuesta por un compromiso aceptable entre el gobierno sirio y la oposición, que llevaría a un cambio en la realidad política de Siria. Si esto se produce, Qatar estará dispuesto a apoyarlo en los campos político, mediático y de seguridad e incluso aprobaría un programa de ayuda financiera para reconstruir lo que la guerra ha destruido.