Las conversaciones de paz con Israel están hoy al borde de la ruptura debido a la creciente expansión de los ilegales asentamientos israelíes en Cisjordania y Jerusalén Este, señalan fuentes palestinas.
Las conversaciones de paz con Israel están hoy al borde de la ruptura debido a la creciente expansión de los ilegales asentamientos israelíes en Cisjordania y Jerusalén Este, señalan fuentes palestinas.
Los contactos fueron rotos anoche tras una sesión tensa por las protestas palestinas sobre el tema, acorde con trascendidos sin confirmación oficial.
Las autoridades de Tel Aviv aseguraron que las construcciones fueron autorizadas por el Gobierno palestino a cambio de la liberación de 26 nacionalistas internados en prisiones israelíes hace décadas, cuya excarcelación formó parte de los acuerdos de Oslo en 1993, y nunca fue cumplida.
Funcionarios palestinos negaron de manera categórica haber asumido semejante compromiso y recordaron que los presos debieron haber sido liberados hace décadas.
El anuncio antecede en apenas horas a la llegada a Israel del secretario de Estado norteamericano, John Kerry, quien recorre la zona en plan conciliador con Egipto y Arabia Saudí, con cuyos gobiernos Washington enfrenta diferencias.
La parte israelí está determinada a continuar sus asentamientos y no podemos proseguir las negociaciones bajo estos ataques sin precedentes, declaró un portavoz palestino a medios locales.
Solo en las dos últimas semanas el Gobierno del primer ministro Benyamin Netanyahu ha autorizado licitaciones para mil 500 viviendas en la Cisjordania y el oriente de Jerusalén y planes para autorizar hasta tres mil 500 más.
A ello se suma la denuncia del gobierno palestino sobre una red de excavaciones alrededor de la mezquita de Al Aqsa, uno de los tres lugares más sagrados del Islam, localizada en Jerusalén, que los árabes llaman Al Quds.
El presidente palestino, Mahmud Abbas, dijo que la construcción de esos asentamientos es dañina para el proceso de paz, impugnado por vastos sectores de la población tanto en Cisjordania como Gaza, donde la semana pasada se registraron manifestaciones públicas para demandar la retirada de la delegación palestina que asiste a la mesa de negociaciones.
La nueva serie de contactos fue organizada por el secretario Kerry después de laboriosas negociaciones, con una primera sesión simbólica en Washington, en julio pasado.
Los asentamientos paramilitares sionistas y el traslado de poblaciones a territorios de estados bajo ocupación militar, como es el caso de la autonomía palestina, son considerados como crímenes de guerra por la legislación internacional vigente.
Medios del gobierno palestino han indicado que sopesan la posibilidad de presentar una queja ante el Consejo de Seguridad de la ONU por el tema.