El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, ha encontrado una solución increíblemente simple para acabar con la guerra civil en Siria.

El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, ha encontrado una solución increíblemente simple para acabar con la guerra civil en Siria. Él pensaba que todo se arreglaría como arte de magia si el dirigente sirio, Bashar al Assad, renunciaba a presentarse a las próximas elecciones presidenciales en su país.

Sin embargo, la retórica habitual de Kerry oculta esta vez algo interesante. Washington parece insatisfecho con su antigua estrategia en Oriente Medio. Hoy en día al aplicar el método de aprender de los errores, la Administración Obama busca una nueva línea estratégica en la región. Charles de Gaulle dijo lo siguiente sobre el estilo diplomático estadounidense: “Podéis estar seguros. Los norteamericanos cometerán todas las tonterías imaginables y no imaginables”. Yo comparto a la mitad la opinión del general. La costumbre de cometer estupideces increíbles es propia de todas las grandes potencias, ya sea del Reino Unido, Francia, Rusia o incluso China.

Pero hace falta reconocer que la política siria de EEUU se ha inscrito hasta el presente en la lógica del general De Gaulle. La Administración de Barack Obama se introdujo en una trampa en Siria de la que EEUU pudo salir en el último momento gracias a una iniciativa del presidente ruso tan criticado en Washington.

Hace falta destacar, sin embargo, la determinación de la Administración estadounidense para reparar sus errores. “Cuando nos hallamos en un agujero hace falta dejar de cavar”, dijo recientemente el ministro de Finanzas británico, Denis Healey. Parece que el equipo de Obama ha seguido su consejo en el caso de Siria.

Mijail Rostovski – RIA Novosti