Las monarquías del Golfo buscan eliminar del campo diplomático a sus principales competidores en Siria.
Según Guennadi Gatilov, viceministro de Exteriores ruso que ha participado en las negociaciones trilaterales ONU-EEUU-Rusia sobre el tema sirio, durante estas conversaciones “hemos visto que los estadounidenses no tienen suficiente influencia para persuadir a la oposición siria”.
Durante este tiempo, las monarquías del Golfo buscan eliminar del campo diplomático a sus principales competidores en Siria, los iraníes, y Teherán ha dejado ver que la conferencia de Ginebra-2 no tendrá ninguna utilidad sin la participación de Teherán. El ministro iraní de Exteriores, Mohammad Yavad Zarif, dijo a France 24 que los consejeros militares iraníes y los voluntarios shiíes que luchan al lado de Assad podrían abandonar Siria, pero sólo si los yihadistas extranjeros, financiados por Arabia Saudí y Qatar, abandonan igualmente el país.
Moscú está a favor de una implicación activa de los iraníes en el diálogo sobre Siria. Sin embargo, Washington y el emisario de la ONU y de la Liga Árabe, Lajdar Brahimi, se oponen a ello, explicó Guennadi Gatilov.
Durante este fin de semana, los dirigentes de la Coalición Nacional Siria de oposición se reunirán en Estambul para tomar una decisión sobre su participación en las negociaciones de paz de Ginebra. Los opositores a Assad no han recibido ninguna garantía de que la dimisión del presidente Bashar al Assad vaya a ser anunciada durante la conferencia de Ginebra, como pretendían.
El principal patrocinador de la oposición, Arabia Saudí, insiste en esa condición para que la reunión se celebre. Riad desea, en efecto, que la Conferencia de Ginebra-2 prive al presidente sirio del menor papel en el proceso de transición y se niega a evocar otras opciones para poner fin al conflicto sirio.
Por su parte, Moscú ha confirmado que Damasco está dispuesto a enviar a Ginebra una delegación. El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, ha declarado que era necesario renunciar de una vez a todas a las ilusiones sobre la posibilidad de “deshacer el nudo gordiano sirio mediante una intervención extranjera”. La delegación rusa espera que este enfoque quede reflejado en el comunicado final de Ginebra-2 si la conferencia finalmente tiene lugar.
Las ilusiones de Arabia Saudí, que piensa que logrará de forma indirecta derrocar al gobierno de Assad e instalar un gobierno sectario y títere en Siria, no impedirán, sin embargo, que la comunidad internacional prepare una “hoja de ruta” para arreglar el conflicto sirio.
Rossiiskaya Gazeta