Turquía ha cambiado su estrategia contra los grupos vinculados a Al Qaida en Siria bajo presión internacional.
En la actualidad, se están produciendo signos que parecen indicar un cambio de estrategia de Turquía con respecto a los grupos takfiris en Siria. Todavía es pronto, sin embargo, para afirmar si tales cambios son puramente cosméticos o entrañan un significado real.
El pasado 7 de Octubre, las autoridades turcas se incautaron de un camión que llevaba un gran cargamento de armas en la provincia de Adana, al sur del país y cerca de la frontera siria. El cargamento incluía, entre otras cosas, misiles, bazokas, bombas y armas cortas. El conductor del camión y otros ocho individuos fueron arrestados.
“Es posible que estos materiales fueran transportados para una organización terrorista”, dijo el gobernador de Adana, Huseyin Avni Cos a los periodistas el viernes. Al serle preguntado adonde se dirigían las armas, él dijo: “Al sur de Turquía, a Siria”.
Por su parte, los medios turcos afirmaron que las armas habían sido enviadas para el Frente al Nusra, afiliado a Al Qaida, que está luchando contra el gobierno sirio.
El 2 de noviembre las autoridades turcas se incautaron también de una gran cantidad de materiales químicos en la localidad de Reyhanli, cerca también de la frontera del país con Siria. Fuentes turcas afirmaron que estos materiales “podían ser transformados en armas”.
El gobierno turco dijo en una declaración que un convoy de tres vehículos intentó pasar de contrabando los materiales químicos al otro lado de la frontera La policía abrió fuego contra los neumáticos de los vehículos para detenerlos y arrestó a uno de los conductores, mientras que los demás emprendieron la huida.
Por otro lado, un líder kurdo sirio afirmó el 9 de Noviembre que el gobierno turco ha detenido su apoyo a los grupos militantes takfiris que operan en Siria.
Salih Muslim, líder del Partido de la Unión Patriótica (PYD), dijo al periódico turco Taraf el viernes que “Turquía ha retirado su apoyo a los grupos vinculados a Al Qaida, como el Frente al Nusra y el Estado Islámico de Iraq y Siria (EIIS), o al menos eso es lo que parece”.
“Los grupos armados son ahora incapaces de entrar en Turquía para atacarnos desde allí como solían hacer. Esto nos hace felices. Esperamos que Turquía mantenga esta postura,” señaló.
En las pasadas semanas, los combatientes kurdos han infligido fuertes pérdidas a los grupos vinculados a Al Qaida, en combates en el norte de Siria, y los han expulsado de varias localidades.
Críticas a Turquía
En los pasados meses, Turquía ha sido objeto de duras críticas por su apoyo a los grupos terroristas, que se materializa en el permiso que les otorga para el tráfico de armas y hombres hacia Siria. Según el diario Financial Times, la razón del cambio de estrategia turca es precisamente estas críticas internacionales.
“El primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, ha hablado más explícitamente contra las operaciones de Al Qaida en Siria y Turquía ha dado pasos para congelar los activos de los grupos vinculados a Al Qaida”, señala el periódico. “El pasado mes, en su primer intercambio de fuego con un grupo rebelde sirio, el Ejército turco bombardeó las posiciones del EIIS después de que una granada de mortero aterrizara en la provincia de Kilis.”
“No hubo, sin embargo, tal respuesta cuando cuatro ciudadanos turcos murieron en Julio y Agosto en un tiroteo transfronterizo con elementos del Frente al Nusra”.
Esta situación y la continua presencia de los militantes ha creado una situación de inquietud en las provincias turcas fronterizas con Siria, incluyendo la de Kilis. Esto ha dado pie a que la oposición turca haya denunciado en el Parlamento las políticas de Erdogan, que registra también una caída de popularidad debido a esta situación en la frontera.
Las críticas han aumentado de consideración debido al crecimiento de Al Qaida a ambos lados de la frontera. En las últimas fechas, algunas localidades sirias, como Azaz, han pasado al control del EIIS, que domina también los campos de petróleo vecinos.
El ascenso de Al Qaida se ha visto favorecido por la llegada de combatientes de varios países de lugares tan distantes como Chechenia, Libia y Pakistán, que utilizan el territorio turco para ir a Siria.
Sin embargo, Turquía, pese a esos cambios, no se ha convertido en un factor de estabilidad ni lo hará hasta que no extienda esta nueva estrategia, incluyendo el cierre la frontera al paso de armas y suministros, a otros grupos militantes sectarios como el Ejército Sirio Libre y otros financiados por Arabia Saudí.