Las declaraciones del presidente estadounidense, Barack Obama, sobre las recientes negociaciones entre los países occidentales e Irán suenan muy prometedoras para las empresas norteamericanas.
Las declaraciones del presidente estadounidense, Barack Obama, sobre las recientes negociaciones entre los países occidentales e Irán suenan muy prometedoras para las empresas norteamericanas. Obama dijo que EEUU podría aprobar un “alivio muy modesto” de las sanciones aunque el régimen de las mismas continuaría vigente hasta que Washington esté seguro de que “Irán se ciñe a las reglas”.
“Podemos probar. No tenemos que desmantelar las sanciones para hacerlo”, dijo Obama. Sin embargo, esto es precisamente lo que es necesario, según dijo el director del Consejo Nacional Irano-Americano, Trita Parsi, a la Deutsche Welle.
“Yo creo que la mayor amenaza del lado occidental es que la implementación del levantamiento de las sanciones sea demasiado lenta, lo que deja a los iraníes con la impresión de que Occidente no va a cumplir sus promesas y esto puede llevar al fracaso de las negociaciones”, dijo Parsi.
“Creo que Irán está enviando guiños a la comunidad de empresarios estadounidenses”, manifestó Alex Vatanka, especialista sobre Irán en el Middle East Institute de Washington, a la Deutsche Welle. “Ellos esperan que la comunidad de empresarios norteamericanos vea sus gestos de apertura de forma positiva y pida al Congreso de EEUU que apoye una suavización de las sanciones para que los negocios puedan comenzar”. De este modo, si las grandes compañías estadounidenses comienzan a ganar dinero en Irán podrían convertirse en un antídoto frente al lobby sionista que promueve políticas anti-iraníes.
Las corporaciones gigantes del petróleo están ahora aproximándose a Irán de nuevo. Recientemente, ha habido un encuentro entre el ministro del Petróleo de Irán, Bijan Zanganeh, y representantes de las grandes compañías petrolíferas estadounidenses.
Por su parte, la General Motors está planeando trabajar con la compañía automovilística iraní Khodro, según el periódico francés Le Figaro.
Con una población de 80 millones de habitantes, Irán es uno de los mayores y mejores mercados de productos de consumo en Oriente Medio.
En realidad, las compañías estadounidenses están bien situadas, señala Vatanka, que cree que las empresas europeas podrían acabar siendo las grandes perdedoras en Irán debido a la decepción que han causado a los iraníes. Por otro lado, la reciente postura del ministro de Exteriores francés de sabotear un acuerdo entre Irán y el grupo 5+1 va a llevar a represalias iraníes contra las empresas francesas.
“De este modo, la cuestión en Irán es ¿por qué debemos creer que los europeos pueden beneficiarnos cuando realmente el único poder que puede beneficiarnos políticamente en el tema nuclear y en otros es EEUU?”, señaló.
De todos modos, es pronto para decir si el punto de vista de Vatanka es correcto ya que en el Congreso de EEUU los que están a favor de incrementar las sanciones contra Irán son en la actualidad dominantes, aunque muchos de ellos podrían ser persuadidos por la Casa Blanca si ésta apuesta enteramente por un acuerdo nuclear.
Deutsche Welle