En Iraq, cientos de miles de peregrinos tomaron parte en la conmemoración del día de Ashura en la ciudad santa shií de Kerbala en medio de estrictas medidas de seguridad.
En Iraq, cientos de miles de peregrinos tomaron parte en la conmemoración del día de Ashura en la ciudad santa shií de Kerbala en medio de estrictas medidas de seguridad, que fueron tomadas con ocasión de las celebraciones.
Este año, las medidas de seguridad fueron reforzadas con más de 35.000 soldados y policías desplegados en y alrededor de Kerbala y los perímetros de seguridad establecidos para impedir la entrada de vehículos en la ciudad, situada a un centenar de kilómetros al sureste de Bagdad.
Vestidos de negro, los peregrinos se concentraron ante los mausoleos del Imam Hussein y su hermanastro Abbas, mientras que los altavoces recitaban detalles de la batalla de Kerbala en el año 680, donde Hussein y sus compañeros fallecieron. Voluntarios distribuían alimentos y agua entre los visitantes.
Centenares de fieles caminaban entre los dos mausoleos y se golpeaban el pecho gritando: “Nos sacrificamos por ti, ¡Oh Hussein!”, una acción que constituye el último acto simbólico de la peregrinación de Ashura. Las conmemoraciones terminaron después de la oración de mediodía.
“Yo vengo aquí todos los años desde mi juventud, incluso bajo la dictadura de Saddam Hussein (el presidente derrocado y ejecutado, que mantuvo una actitud represiva hacia los shiíes),” afirmó Abu Ali, un peregrino de 35 años de Basora.
Durante la dictadura de Saddam Hussein, una gran parte de las conmemoraciones de Ashura estuvieron prohibidas.
Según las autoridades provinciales, unos 200.000 extranjeros visitaron Kerbala este año durante los 10 días de las conmemoraciones. Todos los hoteles de la ciudad estaban completos. Algunos peregrinos de otras ciudades de Iraq acudieron a pie a la ciudad.
Atentados terroristas
Pese a todo, la jornada resultó marcada por los atentados terroristas, que causaron la muerte a 44 peregrinos en varias zonas del país.
Un atacante suicida vestido con un uniforme policial detonó un cinturón explosivo en medio de una multitud de peregrinos en la ciudad de Saadiyah, a 140 kms al noreste de Bagdad, matando a 32 de ellos e hiriendo a 80. La mayoría de estos peregrinos eran kurdos shiíes.
Ningún grupo terrorista reivindicó este atentado. Sin embargo, el gobierno culpa a Al Qaida por estos atentados con bomba dado que la red terrorista a menudo ataca a civiles shiíes y a las fuerzas gubernamentales.
Poco antes, dos bombas explotaron simultáneamente cerca de unas tiendas de campaña de peregrinos en Hafriyah, una ciudad del sur de Iraq, matando a nueve de ellos. La violencia en Bagdad y la ciudad de Baquba dejó otros tres muertos.
Según cifras de la ONU, en octubre 979 personas, incluyendo 158 policías y 127 militares, murieron en Iraq a manos de grupos terroristas. En 2013, 7.300 personas han muerto hasta el momento debido a esta violencia, lo que convierte a este año en el más mortífero desde 2008.
El gobierno iraquí ha acusado a las autoridades saudíes de estar detrás de estos actos terroristas violentos.