Responsables oficiales y políticos libaneses han expresado su temor de que el mensaje sangriento enviado a Irán a través del doble atentado de Beirut sea la chispa que desencadene una guerra regional.
Responsables oficiales y políticos libaneses, citados por el periódico kuwaití Al Rai, han expresado su temor de que el mensaje sangriento enviado a Irán a través del doble atentado de Beirut sea la chispa que desencadene “una guerra regional a través de actores interpuestos” entre servicios de inteligencia extranjeros en el Líbano.
“Es imposible separar el atentado contra la Embajada de Irán de la gigantesca confrontación que tiene lugar en Siria, Líbano, Iraq y Yemen y a las tensiones provocadas por las negociaciones entre Irán y los países occidentales que conciernen a la influencia regional de Irán y a la que se oponen Israel y la mayor parte de los estados del Golfo”, añaden las fuentes, que concluyen diciendo: “El doble atentado no es únicamente la prolongación de la ola terrorista que golpea Siria. Existe el temor a que la guerra fría entre Irán y sus adversarios en Siria y otras partes se traslade al Líbano en el plano de la seguridad y parece difícil mantener al país al abrigo de estos peligros”.
Por otro lado, fuentes cercanas a Hezbolá, citadas por el diario Al Yumhuriya, señalan que “el Líbano ha entrado en la fase más peligrosa, la de los kamikazes, contra la cual no hay ninguna medida de seguridad eficaz. Sin embargo, tomaremos medidas excepcionales puesto que estamos ante una nueva etapa que precisa de nuevas ecuaciones. El mensaje ha llegado y su autor es bien conocido”, añaden las fuentes. “Este doble atentado no cambiará en nada nuestras convicciones. Por el contrario, estaremos aún más determinados. Tememos que los ataques kamikazes vayan dirigidos de forma discriminada contra concentraciones shiíes, a semejanza de lo que sucede en Iraq. Hemos realizado serios esfuerzos para impedir la entrada de coches bomba en el Suburbio del Sur de Beirut, pero los atentados kamikazes son difíciles de evitar”.
El alto mando de Hezbolá ha celebrado reuniones en las últimas horas y ha pedido a todos los centros del partido que tomen medidas de seguridad suplementarias por temor a todo ataque suicida.