Choques entre fuerzas antidisturbios y estudiantes de la famosa universidad egipcia de Al Azhar que trataron de allanar la rectoría ocasionaron la muerte de dos personas.

Choques entre fuerzas antidisturbios y estudiantes de la famosa universidad egipcia de Al Azhar que trataron de allanar la rectoría ocasionaron la muerte de dos personas, confirmaron hoy medios oficiales.

Los choques comenzaron cuando las fuerzas de seguridad enfrentaron a unos mil 500 manifestantes que exigían la renuncia del presidente de la institución, Osama al Abd, dos semanas después que el funcionario fuera mantenido en rehén durante varias horas por estudiantes que además saquearon las oficinas.

En un informe posterior, las autoridades universitarias dijeron que "elementos ajenos a Al Azhar penetraron en el campus y participaron en los desórdenes".

Una corte criminal condenó la semana pasada a 12 involucrados en los incidentes a penas de hasta 17 años de prisión y a pagar una multa de seis mil 500 libras egipcias (unos 945 dólares).

Los alumnos del plantel, considerado el centro de estudio más prestigioso del mundo islámico, también exigían la dimisión de la mezquita de Al Azhar, Ahmed Tayyeb, por avalar la destitución el pasado 3 de julio del presidente islamista Mohamed Mursi.

Las protestas en el centro de estudios Azhar aumentaron al reinicio de las actividades docentes el mes pasado después de cuatro días de receso por Eid El Adha o Fiesta del Sacrificio, una de las ocasiones más veneradas por los musulmanes de todas las sectas, a pesar de la advertencia de las autoridades académicas de mantener los temas políticos fuera del recinto.

Mientras protestantes estudiantes y policías chocaban, en una base aérea militar capitalina el ministro de las Fuerzas Armadas egipcias, general Abdel Fattah El Sisi, advirtió que las autoridades interinas enfrentarán a sangre y fuego "a los terroristas que atacan al Ejército y la Policía".

El jefe militar asistió a la ceremonia de recibimiento de los féretros de 12 soldados muertos la mañana del miércoles en la península de Sinaí por un atentado dinamitero adjudicado a grupos irregulares islamistas.

La Presidencia egipcia decretó tres días de duelo oficial por las víctimas del atentado, en el que además resultaron heridos decenas de militares, los fallecidos por una catástrofe ferroviaria en la provincia sureña de Giza y la muerte de un alto oficial de la Inteligencia en un atentado reivindicado por una entidad armada en guerra abierta con las autoridades provisionales.