Un 44 por ciento de los estadounidenses considera positivo el acuerdo firmado entre Irán y el Grupo 5+1 para reducir las actividades nucleares de Teherán durante seis meses si Occidente retira sus sanciones.
Un 44 por ciento de los estadounidenses considera positivo el acuerdo firmado entre Irán y el Grupo 5+1 para reducir las actividades nucleares de Teherán durante seis meses si Occidente retira sus sanciones, según un encuesta divulgada hoy.
La pesquisa conjunta de la agencia noticiosa Reuters y la consultora Ipsos reveló que solo 22 por ciento de los entrevistados rechaza el convenio, alcanzado durante el fin de semana anterior en Ginebra.
Además, 31 por ciento de los ciudadanos está en contra de imponer más medidas punitivas contra la República Islámica si no avanza hacia la concertación de un pacto más amplio, mientras 49 por ciento si avala esa idea y 20 por ciento incluso apoya una intervención militar de represalia.
El acuerdo de Irán con el Grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, Francia, China, Reino Unido y Alemania) también implicaría un alivio financiero de siete mil millones de dólares para Teherán, aunque mantendría el cerco económico a una parte de sus exportaciones petroleras y a las transacciones con el extranjero.
El presidente Barack Obama, varios demócratas y la comunidad internacional saludaron el convenio, pero Israel rechazó la iniciativa y la calificó de un "error histórico".
Por otro lado, el Senado de Estados Unidos amenazó con aprobar sanciones más fuertes porque duda que el pacto sería suficientemente bueno para obligar a Teherán a desistir de su programa de energía atómica.
Washington y sus aliados insisten en que ese proyecto tiene propósitos militares pese a las seguridades dadas por el República Islámica sobre su carácter pacífico.
"Cuando regresemos (del receso por el Día de Acción de Gracias) debatiremos el tema y decidiremos si es necesario sanciones más fuertes", precisó el líder del Senado, Henry Reid, al admitir que Obama podría vetar cualquier iniciativa del Congreso si perjudica su política exterior.
Estados Unidos, Israel y las potencias europeas han aprobado varios paquetes de sanciones contra la República Islámica porque la acusan de querer fabricar una bomba atómica con su programa nuclear, hecho desmentido por ese país de Medio Oriente y analistas norteamericanos en varias ocasiones.
En los últimos años, esos aliados además se unieron en la creación y puesta en marcha de virus nocivos usados en operaciones de sabotaje y espionaje informático con el fin de infectar las redes digitales de Irán y presionarlo para que detenga el desarrollo de la energía nuclear.