El secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, afirmó este martes que las diferencias entre Arabia Saudí e Irán son de naturaleza política y no confesional.
El secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, afirmó este martes que las diferencias entre Arabia Saudí e Irán son de naturaleza política y no confesional.
Durante una entrevista con el canal libanés OTV, Sayyed Nasralá afirmó que es Arabia Saudí la que ha cerrado las puertas a toda aproximación a Irán, al que considera un país enemigo.
“El problema de Arabia Saudí es que quiere ser el líder de los países árabes y musulmanes”, añadió Sayyed Nasralá. Él acusó igualmente a los servicios de inteligencia saudíes de estar detrás del atentado dirigido contra la Embajada iraní en Beirut y de los atentados en Iraq.
Sayyed Nasralá predijo también una intensificación de los combates en Siria, que están supervisados directamente por Arabia Saudí desde Jordania, con la esperanza de cambiar la situación sobre el terreno antes de la Conferencia de Ginebra-2.
El secretario general se refirió igualmente a las razones de la intervención limitada de Hezbolá en ciertas regiones sirias. “Llegará el día en que se nos agradecerá nuestra intervención en Siria”, afirmó Sayyed Nasralá.
He aquí los principales extractos de esta entrevista:
¿Cuáles son las repercusiones del acuerdo sobre el programa nuclear de Irán para la región?
Sin duda, este acuerdo interino tendrá grandes repercusiones para la región. El primer beneficiado del mismo son los pueblos de toda la región.
Ciertos países regionales estaban incitando a una guerra contra Irán, pero esto habría tenido repercusiones muy peligrosas. El riesgo de la guerra estaba siempre presente. Pero yo creo que es imposible que Israel bombardee los sitios nucleares iraníes sin el aval de EEUU.
Cuando hablo de una guerra, quiero decir una guerra occidental o estadounidense, o incluso israelí, contra Irán.
Este acuerdo ha impuesto un mundo multipolar y ha abierto la puerta a la actuación de diferentes polos.
Hay intereses diferentes entre estos polos y algunos pueden aliarse contra otros y, en consecuencia, presionar en favor de soluciones en muchos lugares.
El mundo multipolar descarta la hegemonía de países concretos y da una oportunidad a los países del Tercer Mundo.
¿Qué ha llevado a Occidente a aceptar este acuerdo?
Yo creo que hay un cambio en la postura de EEUU en la región y el mundo.
EEUU ha fracasado en sus guerras directas en Afganistán e Iraq y en sus guerras indirectas en el Líbano y en Gaza con vistas a la consecución de un nuevo Oriente Medio, como dijo la Sra. Condoleeza Rice (la anterior secretaria de Estado de EEUU). Y, hasta el presente, ellos han fracasado en Siria. Es decir, en toda la región.
Yo no digo que las sanciones no fueran dolorosas para los iraníes, pero estos últimos han resistido y perseverado.
EEUU no pudo derrocar al régimen de Irán. EEUU no quiere ir a la guerra. Ellos están cansados de guerras. Además, hay una nueva realidad en Europa debido a la crisis económica.
¿Han discutido Irán y el Grupo 5+1 otros temas o sólo el tema nuclear iraní?
Según mis informaciones, los norteamericanos estaban dispuestos a evocar varios temas en sus negociaciones con Irán. Sin embargo, los iraníes han insistido en que las negociaciones deberían estar limitadas al tema nuclear.
¿Puede conducir este acuerdo a una normalización en las relaciones entre Irán y EEUU?
Es todavía pronto para hablar de una normalización entre Irán y EEUU ya que hay muchos temas pendientes. Hay un cambio, sin embargo, en la postura de EEUU, mientras que los iraníes no han cambiado de posición.
Desde la época del Imam Jomeini hasta la época del Imam Jamenei, las posiciones iraníes hacia la entidad sionista continúan siendo firmes e inmutables.
¿Y una normalización con los países del Golfo?
El ministro iraní de Exteriores ha querido tranquilizar a los países del Golfo, y especialmente a Arabia Saudí, y transmitirles que este acuerdo no se ha producido a sus expensas. Los otros países del Golfo han recibido de forma positiva el acuerdo de Ginebra.
Irán ha querido siempre tranquilizar a sus vecinos del Golfo, pero hay un problema entre Irán y Arabia Saudí desde 1979, es decir desde la caída del Shah. Riad ha considerado desde entonces a Irán como un país enemigo y apoyó a Saddam Hussein en su guerra contra Irán.
Riad mantiene la puerta cerrada a una apertura hacia Irán
Yo creo que hay un verdadero problema. Irán ha intentado desde hace meses abrir la puerta y dialogar con Arabia Saudí, pero todos estos intentos han fracasado. Los que mantienen la puerta cerrada son los saudíes. Pakistán ha ofrecido una mediación en este sentido. Irán la ha aceptado, pero ella ha sido rechazada por Arabia Saudí.
El ex ministro de Exteriores iraní se entrevistó durante dos horas con su homólogo saudí, Saúd al Faisal. Salehi habló todo el tiempo, mientras el otro guardó silencio.
Antes de la muerte del príncipe Nayaf, el ministro de Inteligencia iraní se entrevistó con él en Arabia Saudí. Pero el ambiente fue negativo al ciento por ciento.
El problema de Arabia Saudí es que ella ha considerado siempre a Irán como su enemigo. Arabia Saudí no ha tenido el valor de lanzar una guerra contra Irán, pero con su dinero ha promovido guerras por medio de terceros como ha hecho en Siria, en Iraq, en el Líbano, en Pakistán y en Irán.
¿Es el problema de Arabia Saudí con Irán de tipo confesional, como ha evocado el príncipe saudí Walid ben Talal?
Las declaraciones de Walid Ben Talal no reflejan la opinión de los sunníes. Michos consideran que él no tiene derecho a hablar en nombre de los sunníes.
El problema no es confesional. Arabia Saudí tuvo problemas con el líder egipcio Yamal Abdel Nasser. Tuvo problemas con Yemen. Lleva a cabo una guerra sin misericordia contra los Hermanos Musulmanes en Egipto. El problema es de orden político. Arabia Saudí quiere ser el líder de los países árabes y musulmanes. Ése es el problema.
¿Es cierto que ha recibido recientemente a una delegación qatarí?
Sí. Es cierto. He recibido recientemente a una delegación qatarí. Puede que Qatar esté revisando sus posiciones a la luz de la evolución y de los últimos acontecimientos sobre el terreno en la región. La visita tuvo lugar después de la mediación qatarí dirigida a liberar a los rehenes libaneses en Azaz (localidad siria controlada por los grupos armados). Aunque estemos siempre en desacuerdo con los qataríes en lo que se refiere a la situación en Siria, nunca hemos cortado los contactos con Qatar o los qataríes.
Hemos hablado de la necesidad de una solución política a la crisis de Siria y hemos hablado de la necesidad de distanciar al Líbano de esos problemas. Hemos dicho al emisario qatarí que toda intervención militar en Siria estaría destinada al fracaso y sería un acto de locura. De ahí la necesidad de que todas las partes vinculadas al conflicto en Siria logren una solución política.
¿Cuál es la relación de Hezbolá con Turquía?
A pesar de sus diferencias con Turquía, Hezbolá no ha roto sus relaciones con ese país. Nosotros hemos mantenido varias entrevistas con el embajador turco en el Líbano. Eso no es una novedad. Lo nuevo ahora son los intentos de Turquía de reemprender sus relaciones con Iraq y con Irán.
Ankara ha perdido mucho a nivel interno y externo debido a sus posturas en relación a Siria.
Erdogan llegó incluso a decir que él iba a rezar durante el mes de Ramadán en la Mezquita de los Omeyas. Sin embargo, él no podrá rezar allí por la fuerza.
Las relaciones de Turquía con sus vecinos eran excelentes antes de la crisis siria, lo que no es el caso hoy.
A la luz de los últimos acontecimientos, constatamos que existe un intento serio por parte de Turquía para reinstaurar las relaciones con sus vecinos.
¿Cuáles son las repercusiones del acuerdo de Ginebra sobre la causa palestina?
La postura iraní hacia Palestina es ideológica. En el momento en que los iraníes negociaban el acuerdo nuclear, Sayyed Ali Jamenei reiteró delante de 50.000 miembros de la milicia de los Basij (voluntarios) que el régimen israelí es ilegítimo y está condenado a desaparecer. No hay ninguna posibilidad de un cambio iraní hacia la causa palestina. El proceso de negociaciones con el enemigo israelí está condenado al fracaso y no llevará a una restitución de los derechos palestinos.
¿Cómo son ahora las relaciones entre EEUU e Israel?
EEUU defiende los intereses de Israel en la región, pero sus intereses están por encima y ello significa no llevar a cabo una guerra contra Irán.
¿Se coordinan los iraníes con Hezbolá? Algunos hablan de una tutela iraní.
Irán es el país más importante en la región. Él se coordina con Hezbolá y en ciertos casos adopta totalmente nuestra visión.
Irán ha conseguido lo que quiere de este acuerdo y esto no repercutirá negativamente sobre Siria o el Líbano. Nuestro eje será más fuerte después de la conclusión del acuerdo sobre el tema nuclear iraní.
En los temas, internos, no pedimos el permiso de Irán. Este último quiere que los diferentes grupos del Líbano se entiendan y no desea que el país se vea arrastrado a un conflicto.
Yo deseo que la relación del 14 de Marzo con Arabia Saudí sea similar a nuestra relación con Irán y que ellos no se limiten a recibir órdenes. En ese caso, no habría ciertamente un problema en el Líbano.
¿Cuándo fue Hezbolá a Siria? ¿Su intervención ha discurrido de forma progresiva?
Las cosas evolucionaron de forma progresiva. Al principio de la crisis en Siria en 2011, no tomamos una posición ni publicamos un comunicado. Desplegamos nuestros esfuerzos a fin de pacificar la situación en Siria. Mantuvimos contactos indirectos con los países que apoyan a los grupos armados. Al mismo tiempo, desarrollamos nuestros contactos con el poder sirio. El presidente Bashar al Assad dijo que estaba dispuesto a llevar a cabo reformas de envergadura en el país.
A pesar de esto, los dirigentes de los Hermanos Musulmanes en Siria y los rebeldes extremistas en ese país comenzaron a amenazarnos.
Un mes después del inicio de los acontecimientos en Siria, pedimos una solución política en el país y que se dejara de lado la opción militar. Sin embargo, había una decisión tomada por algunos grandes países y otros estados de la región de derrocar militarmente al régimen de Siria.
Al principio, Hezbolá intervino en las localidades fronterizas de Siria habitadas por libaneses de diferentes confesiones, en la región de Al Qussair.
Cuando el Ejército sirio se retiró de esta región, los habitantes libaneses fueron agredidos por los rebeldes. No quiero evocar los horribles crímenes que éstos cometieron. Los 30.000 libaneses no tenían más que dos opciones: abandonar sus localidades o defenderlas. Ellos optaron por la segunda opción.
El Estado libanés no asumió sus responsabilidades con respecto a la defensa de esos libaneses.
El Estado dejó las fronteras abiertas. La mayor parte de las armas enviadas a los rebeldes provenían de la Bekaa y del norte del Líbano.
Estas gentes pidieron ayuda a Hezbolá, que había entrenado a sus hombres, pero estos últimos eran incapaces de defenderse frente a los miles de rebeldes saudíes, chechenos, afganos y otros.
Esto es lo que llevó a Hezbolá a intervenir en Al Qusseir en mayo de 2013. El objetivo era abortar el plan de los rebeldes de invadir todas las localidades habitadas por libaneses en esta región.
En segundo lugar, enviamos de 40 a 50 jóvenes a la región de Sayyida Zeinab, en Damasco. Los rebeldes takfiris habían querido destruir el mausoleo de la nieta del Profeta Muhammad. Nuestros jóvenes fueron allí a ayudar al Ejército sirio y a los habitantes de esa región a defenderse. La destrucción del Mausoleo de Sayyida Zeinab habría llevado a un conflicto confesional en la región.
Por otro lado, al consultar los sitios rebeldes, uno encuentra los nombres de decenas de libaneses que han sido muertos en las filas de los grupos rebeldes en Siria. Su muerte en Siria no ha sido anunciada en el Líbano, mientras que nosotros estamos orgullosos de nuestros mártires y organizamos sus funerales a la luz del día.
Nuestra intervención progresiva en Siria era lógica y realista y esto no dependió de una decisión iraní sino de la de Hezbolá. Las informaciones que hablan de una demanda iraní para que interviniéramos en Siria son completamente falsas. Ellos han presentado como prueba mi foto en compañía del Imam Jamenei. Ésta fue tomada hace dos años antes de la batalla de Al Qussair.
En lo que se refiere al Ejército sirio, éste se ha retirado de ciertas regiones y esto no nos ha llevado a intervenir allí. La naturaleza del país y su combate en diferentes frentes hace preciso su redespliegue en ciertas regiones.
¿Cuáles han sido las repercusiones de la crisis siria en Iraq y el Líbano?
Antes de los acontecimientos en Siria, la situación de Iraq estaba casi estabilizada, pero la situación se deterioró después de 2011. La mayor parte de las regiones fronterizas con Iraq se han transformado en bases para los grupos armados que envían los coches bomba a ese país.
Si no resolvemos el problema de las fronteras, la degradación de la situación podría agravarse.
Si Al Qussair hubiera caído en las manos de los grupos armados, decenas o centenares de coches bomba hubieran sido enviados al Líbano, no para atacar a los musulmanes shiíes, sino a todos los que son diferentes de los terroristas. Ellos agreden a los que son diferente a ellos.
La mayor parte de los coches bomba enviados al Líbano provienen de Yabrud y Nabak, en la región siria de Qalamún.
Yo pregunto a las fuerzas del 14 de Marzo, ¿Cuál sería la suerte del Líbano en ese caso? Veamos como el EIIS y el Frente al Nusra se comportan con el Ejército Sirio Libre. Ellos decapitan y masacran a sus miembros.
Saad Hariri y Okab Sakr están implicados en el envío de combatientes y armas a Siria.
Nosotros intervinimos en Siria para defender al Líbano. Llegará el día en que se nos agradecerá por nuestra intervención en Siria. La tasa de libaneses que apoya nuestra intervención en Siria es mayor que la de los que estaban a favor de la resistencia en 1982 y en los años noventa.
¿Dónde están desplegados en Siria?
Ha habido muchas exageraciones sobre la naturaleza de nuestra intervención en Siria.
A título de ejemplo, no hay ningún combatiente de Hezbolá en las provincias de Deraa, Deir Zor, Idleb, Lattakia, Sueida y el norte de Alepo. Nuestra presencia se limita a Damasco, Homs y las regiones fronterizas con el Líbano.
Aquellos que combaten en Siria en el lado del gobierno son el Ejército y las fuerzas de defensa nacional. Ellos son los que llevan a cabo operaciones en Qalamun. La participación de Hezbolá es modesta, pero importante.
Vds. dicen que no ocultan a sus mártires. ¿Cuáles son sus nombres?
Los medios del 14 de Marzo hablan de la muerte de 600 combatientes de Hezbolá, sólo en la región de Guta Oriental, y de la detención de 100 de nuestros combatientes. Desgraciadamente, eso es lo que ellos esperan, pero son cifras ilusorias.
Hasta el momento, el número de nuestros mártires no alcanza los 200 desde el inicio de nuestra intervención en Al Qussair en mayo de 2013. Y no tenemos ningún detenido en poder de los grupos rebeldes.
¿Hay un supervisión saudí directa de las operaciones de los rebeldes en Siria desde Jordania?
Una de las razones que empujó a Obama a renunciar a un ataque contra Siria, además de la crisis económica, fue la opinión pública internacional, que se opone a nuevas guerras. En este contexto, algunos países occidentales no dan armas a los rebeldes, pero las suministran a ciertos países árabes, que las distribuyen a su vez.
¿Cómo podemos resumir hoy la situación?
Turquía, que tenía un proyecto de apertura en la región, ha perdido.
La mayor parte de los países europeos han comenzado a reemprender los contactos con el poder sirio.
De este modo, el derrocamiento del gobierno sirio por la fuerza militar está ya excluido.
La comunidad internacional quiere una solución política, a excepción de Arabia Saudí, que insiste en combatir hasta la última gota de sangre y no quiere admitir una solución política. Hay una decisión saudí de supervisar directamente las operaciones en Siria desde Jordania con el fin de cambiar la situación sobre el terreno de aquí al 22 de enero.
Se prevé una intensificación de los atentados suicidas y de los combates sobre el terreno de aquí al fin de la Conferencia de Ginebra, en enero de 2014. Este proyecto estará condenado al fracaso como sucedió con la derrota de estos grupos y sus patrocinadores en la región de Guta Oriental, en Damasco, hace unos días.
Esperamos que estos países dejen del lado su animosidad y piensen en una solución política en Siria a fin de evitar el derramamiento de la sangre de los inocentes.
Es por eso que hay una necesidad de hallar una solución política que sea elaborada por los propios sirios.
Si el gobierno sirio no tuviera una gran base popular y se basara sólo en la fuerza militar no habría podido resistir 3 años.
Algunos dicen que Arabia Saudí estuvo detrás del ataque a la embajada de Irán
El atentado cerca de la embajada está vinculado a la cólera de Arabia Saudí contra Irán debido a su fracaso en Siria.
Las Brigadas Abdulá Azzam, que han reivindicado el ataque, tienen un emir que es saudí y estoy convencido de que este grupo está vinculado a los servicios de inteligencia saudíes, que dirigen a grupos como éste en distintas partes del mundo.
Así por ejemplo, la mayor parte de los atentados que tienen lugar en Iraq están vinculados a los servicios de inteligencia saudíes con el fin de derrocar al gobierno de Maliki. Y poco les importa si esto lleva a una guerra confesional.
Y en Líbano
En lo que se refiere al Líbano, Sayyed Nasralá recordó que Hezbolá fue el primero en condenar los atentados con bomba en Trípoli, declarando que ese día fue más triste que el de los atentados de Ruwais y Bir al Abed (en el Suburbio del Sur de Beirut), porque estaba claro que alguien quería arrastrar el país hacia un conflicto confesional.
Con respecto a la situación de seguridad en la ciudad de Trípoli, en el norte del Líbano, Su Eminencia dijo que “lo que dijo el mufti de Trípoli y el Sheij Malik al Shaar sobre la relación entre los militantes armados y los servicios de seguridad es cierto. Nosotros sabemos que el Directorio General de las Fuerzas de Seguridad Internas ha estado pagando dinero a los grupos armados y transportando municiones en vehículos de las FSI durante los pasados años”.
Él añadió que “la solución es que el Estado controle la situación de la seguridad en Trípoli y forme una célula de crisis. Trípoli y todo el Norte precisan de un diálogo y las partes deben reunirse”.
En relación al escenario político en el Líbano, Sayyed Nasralá señaló que las opciones políticas de la coalición del 8 de Marzo están ganando y las del 14 de Marzo están perdiendo. “Nosotros apoyamos una asociación real en el Líbano con la participación de todos”, añadió.
Su Eminencia dejó claro que Hezbolá cree en la entidad libanesa e hizo un llamamiento a los seguidores de la Resistencia para que no reaccionen en las calles a las provocaciones.