Según observadores, se ha producido una escalada de bombardeos contra la parte occidental de la ciudad de Alepo por parte de grupos terroristas situados en los barrios del este de la ciudad.
Según observadores, citados por el periódico Al Akhbar, se ha producido una escalada de bombardeos contra la parte occidental de la ciudad de Alepo, que está bajo el control del gobierno sirio, por parte de grupos terroristas situados en los barrios del este de la ciudad. Veinte residentes fallecieron a causa de los mismos.
Al alba del miércoles, los habitantes de Alepo se despertaron por la detonación de un coche bomba conducido por un kamikaze, que explotó en la entrada del Hospital de Al Kindi, matando e hiriendo a varios guardias, incluyendo un teniente de la policía siria.
Según el sitio de Alepo Tahtel Miyhar, un piso del edificio se incendió y el otro se hundió.
Fracasa ataque de los terroristas contra el barrio de Sheij Said
Estos ataques son vistos como fruto del fracaso de los intentos de estos grupos, principalmente el Estado Islámico de Iraq y Siria (EIIS), de avanzar hacia en el barrio de Sheij Said, al sur de la ciudad, la pasada semana.
El ataque fue planeado por las milicias del EIIS y Ahrar ash Shams. Su fracaso ha llevado a que se produzcan acusaciones mutuas entre sus jefes. Según el portavoz del EIIS, Omar el checheno, que lidera la Brigada de los Muhayirin y los Ansar, la Brigada de Ahrar ash Shams no cumplió con la parte que le correspondía en el plan de ataque convenido, algo que esta última rechazó en un comunicado. Según este último, fueron las tropas regulares las que lograron realizar un avance en Sheij Said.
En otro comunicado, el EIIS ha amenazado con matar a todos los que apoyen al gobierno. “Cualquiera que apoye al régimen merece la muerte. Aquel que viva en los barrios controlados por el régimen merece la muerte”, afirma el texto de una declaración que fue enviada a las mezquitas de los barrios controlados por la organización para que fuera leída allí, señala Tahtel Miyhar.
La milicia Ahrar ash Shams ha seguido los pasos del EIIS decretando que todos los que apoyen al gobierno son apóstatas y merecen morir.