El antiguo jefe de la Agencia de Seguridad Interna de Israel o Shin Bet criticó al primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, por su manejo de las conversaciones de paz con los palestinos.
El antiguo jefe de la Agencia de Seguridad Interna de Israel o Shin Bet criticó al primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, por su manejo de las conversaciones de paz con los palestinos.
Según el antiguo jefe del Shin Bet, la falta de un acuerdo de paz permanente con los palestinos supone “una mayor amenaza para la entidad sionista que el programa nuclear de Irán”.
En una ceremonia celebrada en el Museo de Tel Aviv para conmemorar los 10 años de la Iniciativa de Ginebra, promovida por un grupo de personalidades palestinas e israelíes, Yuval Diskin pidió la formación de un nuevo gobierno de coalición en Israel formado por partidos que apoyen el proceso de paz.
“Las implicaciones de una falta de solución al conflicto palestino-israelí son más existenciales para Israel que el programa nuclear de Irán”, afirmó.
“Ésta puede ser la última oportunidad de alcanzar una solución de dos estados. La Iniciativa de Ginebra propone una base correcta para un acuerdo”, dijo Diskin.
Él propuso “dar prioridad a la santidad del pueblo sobre la santidad de la tierra y convertir a Israel en un país que no precise de la ocupación de otro pueblo”.
Él añadió que Israel debe congelar todas las construcciones en los asentamientos y dijo que la cantidad de colonos en Cisjordania ha alcanzado tales proporciones que ningún gobierno israelí sería capaz de hacerlos retornar.
Él dijo además que el reciente acto de liberar a presos palestinos por parte del gobierno de Netanyahu “fue una acción cínica y asquerosa que ha surgido como una mera distracción para evitar la congelación de las construcciones en los asentamientos”.
Comentando el proceso de paz, Diskin señaló. “Al igual que sucede con las crisis económicas, la existencia de una esperanza puede facilitar su desarrollo. Aquellos que fueron elegidos y que creen en una solución de dos estados necesitan llevar a cabo un cambio en el actual mapa político. En otras palabras, se necesita una situación en la que las partes que apoyan el proceso de paz sean los interlocutores”.
Por su parte, medios del gobierno israelí condenaron las declaraciones de Diskin, de las que afirmaron que eran “fruto del resentimiento”.