Al menos cinco soldados norteamericanos han muerto en Iraq, la mayor pérdida de vidas para el Ejército estadounidense en ese país en casi dos años.
Al menos cinco soldados norteamericanos han muerto en Iraq, la mayor pérdida de vidas para el Ejército estadounidense en ese país en casi dos años.
El Ejército de EEUU dijo en una breve declaración que “cinco soldados estadounidenses fallecieron el lunes en el centro de Iraq,” sin dar detalles sobre dónde había tenido lugar el incidente o cómo habían fallecido.
Fuentes iraquíes anunciaron, poco antes, que cinco cohetes alcanzaron la base norteamericana de Campo Victoria, situada en los alrededores de la capital, Bagdad.
Las bajas del lunes fueron la peor tasa de muertos para las tropas estadounidenses en Iraq desde el 11 de Mayo de 2009, cuando un soldado de esa nacionalidad mató a cinco de sus compañeros en una base situada fuera de la capital iraquí.
Según el sitio de Internet independiente www.icasualties.org, las últimas bajas elevan hasta los 4.459 muertos el número de soldados estadounidenses fallecidos en Iraq desee la invasión norteamericana del país en 2003.
Washington terminó oficialmente las operaciones de combate en Iraq en agosto del pasado año y, según responsables norteamericanos, el actual papel del Ejército de EEUU es el de asesorar y ayudar a las fuerzas de seguridad iraquíes.
A pesar de las afirmaciones de EEUU de que ya no participa en operaciones de combate en Iraq, ha habido numerosos informes que hablan de la implicación de tropas estadounidenses en operaciones militares en el país.
En la actualidad unos 50.000 soldados norteamericanos están desplegados en Iraq. Ellos tienen previsto abandonar el país a finales de este año, en línea con el Acuerdo sobre el Estatus de las Fuerzas (SOFA) suscrito por EEUU e Iraq.
En ese momento, varias prominentes figuras iraquíes, entre ellas Muqtada al Sadr, protestaron contra la aprobación del SOFA, afirmando que violaba la soberanía de Iraq y legitimaba la ocupación.
El pacto iba ser sometido, en un principio, a referéndum en 2009. Sin embargo, el gobierno iraquí, bajo presión de EEUU, no convocó tal consulta.