Al día siguiente de la acusación lanzada por Hezbolá contra Israel , el Ejército de ocupación israelí decretó el estado de alerta máxima en sus unidades desplegadas a lo largo de la frontera libanesa.
Al día siguiente de la acusación lanzada por Hezbolá contra Israel de estar detrás del asesinato de Laqqis, el Ejército de ocupación israelí decretó el estado de alerta máxima en sus unidades desplegadas a lo largo de la frontera libanesa, desde Naqqura a las alturas del Monte Sheij, al Este.
Según informes de la seguridad libanesa, publicadas por el periódico As Safir, la zona fronteriza ha sido testigo de una gran tensión de ambos lados por la amenaza de posibles enfrentamientos militares.
Patrullas de vehículos blindados y unidades de infantería sionistas han comenzado a desplegarse en la frontera. Soldados a bordo de vehículos equipados con prismáticos y aparatos de vigilancia han sido vistos observando cualquier movimiento del lado libanés.
Además, el Ejército sionista ha situado tanques de tipo Merkava frente a ciertos puntos fronterizos con el Líbano.
Este estado de alerta sobre el terreno ha ido acompañado de sobrevuelos intensos de helicópteros israelíes, que han penetrado en el espacio aéreo libanés y por encima de la región norte de la Palestina ocupada.