La agencia nuclear de la ONU ha criticado a Israel por su arbitrario ataque de 2007 contra lo que Tel Aviv llamó una instalación nuclear siria.
La agencia nuclear de la ONU ha criticado a Israel por su arbitrario ataque de 2007 contra lo que Tel Aviv llamó “una instalación nuclear siria”.
El lunes, el director general de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, Yuyika Amano, lamentó que el bombardeo hubiera sido llevado a cabo “sin que la agencia hubiera tenido la oportunidad de llevar a cabo su papel de verificación”, señaló Reuters.
En septiembre de 2007, al menos cuatro aviones israelíes cruzaron al espacio aéreo sirio y lanzaron un ataque contra una instalación situada cerca de la ciudad de Deir ez Zor, en el noreste del país.
El ataque causó un aumento significativo de la tensión entre ambos lados, que están técnicamente en guerra debido a la actual ocupación israelí de los Altos del Golán, en el suroeste de Siria, desde 1967 hasta el momento actual.
“En lugar de utilizar la fuerza, el caso debería haber sido a la AIEA,” dijo Amano.
Damasco ha negado estar desarrollando un programa de armas nucleares y abrió el sitio atacado a los inspectores de la AIEA en 2008. Asimismo, ha prometido cooperar plenamente con la agencia con respecto a este asunto.
Tel Aviv no confirmó ni negó haber atacado el sitio. El antiguo presidente estadounidense, George W. Bush, escribió, sin embargo, en sus memorias, publicadas el pasado año, que el ataque tuvo lugar después de que él se negara a aceptar la petición del antiguo primer ministro israelí, Ehud Olmert, para que Washington llevara a cabo dicha acción.
Los comentarios de Amano se producen en un contexto en el que Tel Aviv se niega a declarar su arsenal nuclear e insiste en no querer unirse al Tratado de Proliferación Nuclear.
Desde 1958, cuando Israel comenzó a construir su central nuclear, que procesa plutonio y uranio y está localizada en el Desierto del Neguev, ha fabricado en secreto un gran número de armas nucleares y es el único país que posee este tipo de armamento en Oriente Medio.
El antiguo presidente norteamericano, Jimmy Carter, ha hablado de la existencia del arsenal israelí, que, según él, incluye de 200 a 300 cabezas.
Israel mantiene una política de “ambigüedad nuclear”, según la cual ni niega ni confirma el poseer este tipo de armas.