Siria ha comunicado a los países europeos que sólo hablará de temas de seguridad con ellos cuando reabran sus embajadas en Damasco.

Informaciones provenientes de fuentes diplomáticas hablan de que responsables franceses han informado a sus homólogos estadounidenses de los contactos habidos entre responsables de seguridad europeos y los servicios de seguridad sirios, representados por su jefe, general Ali Mamluk. Estas conversaciones se han centrado en la presencia de Al Qaida en Siria y su extensión al Líbano.

Francia ha hecho saber a sus interlocutores norteamericanos que estos contactos se han suspendido en las últimas semanas por decisión de la parte siria, que ha impuesto la siguiente condición: toda cooperación en el terreno de la seguridad tendrá lugar únicamente a través de las embajadas extranjeras en Damasco, una vez que éstas sean reabiertas.

Parece efectivamente que ciertos países europeos están dispuestos a reabrir sus embajadas en la capital siria, aunque limitando su representación a funcionarios de segunda categoría y a los agregados militares.

Según diversas fuentes, el presidente francés, François Hollande, se dispone a efectuar una visita a Arabia Saudí el próximo 29 de diciembre. El jefe de estado francés, que ha asegurado la coordinación con Washington, quiere que esta visita tenga lugar antes de la Conferencia de Ginebra-2 a fin de debatir los temas que provocan el descontento de los saudíes, sobre todo dado que Francia organiza y patrocina la delegación de la oposición siria.

Según las mismas informaciones, Hollande evocará también el dossier del Líbano en sus entrevistas, especialmente la situación interna en ese país y fórmulas para desbloquear la crisis política en el mismo.