Resulta ahora evidente que Qatar ha jugado un papel esencial en la expansión del conflicto sirio.
Resulta ahora evidente que Qatar ha jugado un papel esencial en la expansión del conflicto sirio. Fuentes bien informadas han señalado que existen en Doha, la capital de ese país, centros de formación y entrenamiento para yihadistas de distintos países, que han sido establecidos para formales de cara a sus futuros combates en Siria. Al mismo tiempo, ellos son sometidos a un adoctrinamiento en la doctrina wahabí.
El periódico canadiense Global Research ha señalado que elementos qataríes han intensificado sus actividades en varios países, incluyendo Afganistán, Pakistán, Yemen y Chechenia, y han llevado a cabo allí un reclutamiento intensivo de combatiente dispuestos para la guerra. Este reclutamiento se realiza en secreto por parte de organizaciones que trabajan bajo la cobertura de centros de empleo para trabajadores que quieren ir al extranjero.
En realidad, los servicios de inteligencia de Qatar encuentran en los países pobres una gran facilidad para llevar a cabo tareas de reclutamiento de combatientes suicidas.
Una vez reclutadas, estos reclutados son transferidos a centros de formación en Doha y sometidos a un adoctrinamiento ideológico wahabí bajo la supervisión de los servicios de inteligencia qataríes.
La Inteligencia de Qatar está encargada de supervisar estos centros de entrenamiento de combatientes kamikazes y trabaja en estrecha colaboración con algunos ex oficiales del ejército de Saddam Hussein. Más tarde, estos terroristas se infiltran en Siria a través de Libia, Turquía y Jordania.
Entre el 3 de enero de 2012 y abril de 2013 aviones militares qataríes efectuaron 90 vuelos a partir de Libia, Turquía y Jordania para transferir a los combatientes formados en Qatar a Siria a través de las fronteras de los países vecinos.
Los expertos de los servicios de inteligencia occidentales afirman que desde el inicio de la crisis en Siria en 2011, Qatar ha utilizado una red secreta de tráfico de armas, entre las que hay que incluir al menos dos cargamentos de misiles antiaéreos. Según estos expertos, los misiles fueron adquiridos a un vendedor desconocido y fueron enviados más tarde a Turquía desde donde se introdujeron en Siria.