A Riad, responde sin dudarlo Abdel Bari Atwan, analista de cuestiones árabes y ex redactor en jefe del periódico en idioma árabe publicado en Londres Al Quds al Arabi.
“A Riad”, responde sin dudarlo Abdel Bari Atwan, analista de cuestiones árabes y ex redactor en jefe del periódico en idioma árabe publicado en Londres Al Quds al Arabi.
La desaparición del Ejército Sirio Libre (ESL) en Siria y la toma de sus bases por parte de la milicia del así llamado Frente Islámico no beneficia más que a Arabia Saudí y va en detrimento de Qatar y Turquía, asegura Atwan en un artículo publicado en el sitio de Rai al Yaum
“La huida del jefe del ESL, Selim Idriss, a Qatar muestra el declive de esta organización, que camina inexorablemente hacia su declive. El ESL no puede transformarse en un pilar de la guerra armada contra Assad. Él es incapaz tampoco de oponerse a los grupos islamistas. Después de haber perdido los depósitos de armas y el control del paso de Bab al Hawa, en la frontera turca, el general Idriss y sus compañeros se han visto obligados a abandonar el país con dirección a Turquía. Según el Wall Street Journal, Idriss voló antes hacia Qatar. La reacción de EEUU a este desarrollo de los acontecimientos, que favorece los intereses de los grupos extremistas takfiris, ha sido inmediata. Washington ha suspendido su ayuda militar no letal a los rebeldes en el norte de Siria... Esto supone un fracaso para EEUU, que había apostado por el ESL para derrocar a Assad.
De este modo, las milicias contra Assad están en vías de cambiar muy rápidamente de naturaleza y obediencia y se dividen ahora en tres grupos: el Frente Islámico (FI), formado por varios grupos wahabíes, las milicias del Estado Islámico en Iraq y Siria (EIIS) y el Frente al Nusra y los grupos afiliados al mismo. En realidad, el hundimiento del ESL es un preludio a la implosión de la coalición de opositores sirios liderada por Ahmad Yarba, que es un títere de los saudíes. Es esta coalición, calificada de “moderada” por sus patrocinadores, por la que se ha apostado para que represente a la oposición en las conversaciones de Ginebra-2. Ella quiere remplazar al gobierno de Assad en el marco de un proceso de transición.
Teniendo en cuenta el apoyo de Riad al FI, es este grupo takfiri el que disfruta de un mayor apoyo militar, financiero y logístico entre las milicias. Esto quiere decir que la coalición de los opositores sirios renacerá de sus cenizas, pero bajo el dominio de los islamistas radicales.
En el seno de esta nueva coalición no hay lugar para Qatar y Turquía ni para el pequeño grupo de liberales que existe en el seno de los opositores a Assad. La historia del ESL toca a su fin, lo que da enteramente la razón a Assad cuando dice que lleva más de dos años luchando contra los takfiris y sólo contra ellos.
Bandar bin Sultan acaba de eliminar definitivamente a los peones de los qataríes y de los turcos en el seno de la oposición.
Queda por ver si los saudíes serán capaces de convencer a los estadounidenses que el FI es un buen suplente del ESL.