El así llamado Frente Islámico de Siria no se convertirá en el nuevo grupo rebelde apoyado por EEUU ya que el grupo se ha negado a mantener ningún tipo de diálogo con Washington.
El así llamado Frente Islámico de Siria no se convertirá en el nuevo grupo rebelde apoyado por EEUU, como sucedió con el Ejército Sirio Libre (ESL), ya que el grupo se ha negado a mantener ningún tipo de diálogo con Washington.
El Frente Islámico se ha negado a reunirse con representantes estadounidenses “sin dar ninguna razón”, señaló el embajador estadounidense, Robert Ford, que añadió que EEUU seguía dispuesto a “hablar con todas las partes y grupos políticos en Siria”.
El interés de EEUU en el Frente Islámico se produce en un momento en el que la anterior facción pro-estadounidense, el ELS, continúa perdiendo credibilidad y territorio en el país. EEUU ha cortado su ayuda al ESL desde que el Frente Islámico se apoderó de varios almacenes de aquella organización, repletos de ayuda militar y no militar extranjera, y expulsó a su líder, el general Selim Idriss, del país.
“Si no hay una estrecha cooperación entre los diferentes grupos que luchan contra el régimen, éste va a lograr sobrevivir”, dijo Ford.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores sirio dijo en una declaración que el diálogo con el FI contradecía “el compromiso estadounidense e internacional de combatir contra el terrorismo” y añadió que no debía darse a las organizaciones terroristas “la oportunidad de participar en la Conferencia de Ginebra-2.”
El FI “se muestra de acuerdo con el Frente al Nusra en lo que respecta a los principios, objetivos y estrategia”, señaló el Ministerio.
Seis grupos de la oposición de ideología wahabí se reunieron el pasado mes para formar el Frente, con el apoyo y patrocinio saudí.