27-11-2024 09:47 PM Tiempo de Jerusalén

Incriminar a Arabia Saudí: misión de la Conferencia de Ginebra-2

Incriminar a Arabia Saudí: misi&oacuten de la Conferencia de Ginebra-2

Mientras que la comunidad internacional se apresta a celebrar la Conferencia de Ginebra-2, los dirigentes rusos se preguntan qué grupos de la oposición participarán en el diálogo...

Mientras que la comunidad internacional se apresta a celebrar la Conferencia de Ginebra-2, los dirigentes rusos se preguntan qué grupos de la oposición participarán en el diálogo en un momento en el que la Coalición Nacional Siria y el Ejército Sirio Libre se han convertido en reliquias del pasado y en el que las organizaciones extremistas takfiris son ahora las que predominan en el escenario de la oposición siria..

A pesar de las complicaciones y las divergencias que existen entre los grupos extremistas, ellos convergen en su rechazo a la democracia, a toda forma de estado civil moderno y a las libertades políticas, individuales y personales.

Aquellos actúan para el establecimiento de un estado wahabí o talibán, del tipo que sea, y llevan a cabo una  depuración religiosa o confesional a través de tribunales religiosos, que emiten juicios arbitrarios contra los que no existe posibilidad de apelación. Así pues, ¿dónde está los “llamamiento a la libertad” que se oían en 2011?

En este contexto de crecimiento de la fuerza de los grupos radicales, Washington teme el crecimiento del extremismo por la amenaza que éste supone para Europa y los países aliados. Dicha amenaza se sobrepone a la utilidad que conllevan tales grupos para EEUU en el conflicto contra las fuerzas regionales e internacionales enemigas. Sin embargo, el pragmatismo empuja a EEUU a abrir canales públicos de comunicación con las fuerzas del terrorismo.

Los estadounidenses quieren dialogar con el Frente Islámico, próximo a Al Qaida, para obtener, entre otras cosas, garantías de que dicha organización no recurrirá a las armas químicas. Sin embargo, el Frente se opone a dialogar con Washington.

La conferencia de Ginebra-2 ha sido saboteada de antemano por el debilitamiento premeditado del Ejército Sirio Libre (ESL) y de la oposición laica, puesto que los grupos extremistas no creen en las instituciones internacionales ni en el diálogo con el otro.

Frente a esta situación, Rusia aspira a que Ginebra-2 se convierta en una ocasión para condenar y luchar contra el terrorismo. Esto exige que los representantes de las organizaciones terroristas no estén presentes en dicha conferencia.

Cabe preguntarse, sin embargo, ¿por qué iban las partes que patrocinan el terrorismo a detener su apoyo al mismo en ausencia de medidas de disuasión, como es el caso actualmente?

El embajador saudí en Gran Bretaña ha declarado al periódico New York Times que su país llevará hasta el final la guerra contra el poder en Siria. ¿Adoptaría Riad esta postura si no se beneficiara del apoyo de su aliado estadounidense?

¿Lograrán los rusos convencer a los estadounidenses de la necesidad de incriminar a las partes que apoyan el terrorismo en Siria? ¿Se unirá la comunidad internacional para hacer frente a Arabia Saudí, que se ha convertido en el patrocinador oficial del terrorismo en Siria, Iraq, Líbano, Oriente Medio y el mundo entero?