La represión contra los Hermanos Musulmanes en Egipto se ha intensificado y el gobierno ha declarado formalmente que el grupo es una organización terrorista.
La represión contra los Hermanos Musulmanes en Egipto se ha intensificado y el gobierno ha declarado formalmente que el grupo es una “organización terrorista”. También le acusa de estar detrás de un reciente ataque suicida que costó la vida a 16 personas.
Esta declaración concede a las autoridades nuevos poderes para detener a cualquier miembro del gobierno del derrocado presidente Mohammed Mursi al poder acusarle de pertenecer a un grupo terrorista. Cualquiera que coopere en la financiación de la organización también podrá ser acusado.
“Todos en Egipto estuvieron aterrados de ver el horrible crimen que el grupo de los Hermanos Musulmanes cometió al destruir el edificio del Directorio de la Seguridad en Dakahliya”, dijo una declaración del gobierno interino, creado por los militares, en un email dirigido a Reuters. “El gobierno ha decidido declarar a los Hermanos Musulmanes una organización terrorista”, añade la declaración.
El martes, una gran explosión destruyó un cuartel general de la policía en Mansura, en el norte de El Cairo, matando al menos a 16 personas, todas policías menos una, e hirió a otras 140. Un grupo salafista que opera en el Sinaí, Ansar Bait al Maqdis, se atribuyó la responsabilidad de este atentado.
Aunque los Hermanos Musulmanes condenaron el ataque, el gobierno egipcio acusó al grupo de ser el responsable. El primer ministro interino, Hazem el Beblawi, describió a los HHMM como una “organización terrorista” en una declaración oficial el miércoles.
En respuesta a esta declaración, los HHMM prometieron continuar sus protestas. “Las protestas continuarán”, dijo Ibrahim Munir, un miembro del Comité Ejecutivo del grupo que reside en el exilio en Londres.
El gobierno egipcio, respaldado por los militares, ha llevado a cabo una represión contra Mursi y otros miembros de los HHMM desde que aquel fue derrocado en Julio. Cientos de seguidores de Mursi han muerto en la represión y en las protestas, que se han venido sucediendo cada día.
El gobierno ha acusado a Mursi de varios delitos, incluyendo la incitación a la violencia durante las protestas de diciembre de 2012. Mursi también hace frente a un juicio por un episodio en el cual él mismo, junto a otros 129 presos, se fugaron de una prisión a principios de 2011.
En septiembre, un tribunal en Egipto prohibió las actividades de los HHMM en el país y decretó la confiscación de todos sus bienes.
La periodista Shamira Amin describió a RT la situación como un círculo vicioso y un conflicto sangriento que va a aumentar. “Ésta es una nueva escalada entre la seguridad del estado y los Hermanos Musulmanes. Lo que ellos quieren es reprimir al grupo islamista en su conjunto y no dejar ningún espacio para que entre de nuevo en la vida política”, señaló. “El declarar a los HHMM como un grupo terrorista significa criminalizar sus actividades, criminalizar su financiación y criminalizar a sus miembros. Sus protestas están ya prohibidas. Sus líderes están ya detrás de los barrotes y miles de sus seguidores languidecen en prisión”.