“La comunidad cristiana disfruta de más seguridad en Irán que en cualquier otra parte de la región”, dijo el patriarca de los armenios en Teherán, Monseñor Sobbuh Sakarsian.

Es el patriarca de los armenios en Teherán, Monseñor Sobbuh Sakarsian, ha expresado su satisfacción por las condiciones de que disfruta la comunidad cristiana en la República Islámica de Irán. “La comunidad cristiana disfruta de más seguridad en Irán que en cualquier otra parte de la región”, dijo en una entrevista concedida al diario libanés As Safir.

Él continuó diciendo: “El gobierno respeta a los cristianos en general y a los armenios en particular. Estamos en este país desde casi 2.000 años y tenemos nuestra propia civilización. Nos hemos adaptado a la sociedad iraní desde el punto de vista cultural y social, e incluso militar, preservando al mismo tiempo nuestra particularidad y nuestra personalidad religiosa.

Monseñor Sarkasian señala también que la relación entre el Estado iraní y los cristianos es la de unos ciudadanos con su Estado. “Nosotros somos ciudadanos iraníes y disponemos de nuestros derechos y leyes que los regulan y que reconocen jurídicamente a la Iglesia”.

Él dijo, sin embargo, que no existe un paraíso sobre la tierra y en todos los países del mundo existen dificultades de tipo social y cultural.

“Cuando digo que nuestra relación con el Estado es buena y que él se ocupa de nosotros, esto no quiere decir que no tengamos problemas y que vivamos en un paraíso. Sin embargo, preferimos arreglar estos problemas entre nosotros y discutirlos a puerta cerrada”.

Casi un cuarto de millón de cristianos viven en Irán. La mayor parte de ellos son armenios, mientras que los siríacos ocupan la segunda posición. Ellos disponen de tres diputados en el Parlamento iraní, elegidos por su propia comunidad. En Irán existen 600 iglesias; de ellas, 37 se hallan en la capital iraní. Durante la Guerra Irano-Iraquí (1980-1988) 200 cristianos murieron defendiendo el país.