La policía turca intervino el viernes por la noche en Estambul y Ankara para dispersar a miles de manifestantes que exigían la dimisión del primer ministro, Erdogan, sacudido por un escándalo político-financiero.
La policía turca intervino el viernes por la noche en Estambul y Ankara para dispersar a miles de manifestantes que exigían la dimisión del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, sacudido por un escándalo político-financiero, señalaron periodistas de AFP.
En Estambul, las fuerzas del orden intervinieron contra varios miles de personas que gritaban “gobierno dimisión” y “la corrupción está en todas partes”. Ellos intentaron llegar a la Plaza Taksim, el corazón de las manifestaciones que hicieron tambalearse al gobierno de Erdogan en junio.
Después de varias advertencias, los policías hicieron uso de balas de plástico y cañones de agua, y más tarde de gases lacrimógenos, para dispersar a la multitud. Algunos manifestantes lanzaron fuegos artificiales contra las fuerzas del orden y levantaron barricadas.
Al menos dos manifestantes resultaron heridos durante las protestas y fueron evacuados por las ambulancias, constató un fotógrafo de AFP.
Tras varias horas de enfrentamientos, la Plaza de Taksim, volvió a la calma.
Importantes efectivos de la policía fueron desplegados en el barrio, mientras que los equipos de limpieza de la ciudad desmantelaron las últimas barricadas y limpiaban el lugar de los incidentes.
Según el fiscal de la ciudad, 70 personas detenidas fueron interrogadas el viernes por la noche por la policía de Estambul.
Manifestación en Ankara
La policía intervino igualmente en la capital, Ankara, para dispersar una manifestación de varios cientos de personas reunidas en el barrio de Kizilay, en el centro de la ciudad, constató un fotógrafo de AFP.
“La dimisión de tres ministros no es suficiente. Exigimos que el gobierno dimita al completo y el primer ministro lo haga también”, dijo uno de los organizadores de la manifestación, Hasan Yildiz, a AFP.
En el poder desde 2002, Erdogan hace frente a un escándalo político-financiero sin precedentes que debilita su autoridad a sólo cuatro meses de las elecciones municipales.