La Administración Obama ha decidido dar marcha atrás con su decisión inicial de nombrar a Robert Ford como embajador en Egipto.
La Administración Obama ha decidido dar marcha atrás con su decisión inicial de nombrar a Robert Ford como embajador en Egipto dejando un importante puesto diplomático vacante en un momento de crecientes tensiones entre Washington y uno de sus principales aliados en Oriente Medio.
Ford, actual embajador en Siria, dejó de ser considerado para el puesto después de que algunos representantes del gobierno egipcio, apoyado por los militares, indicaran de forma reservada que no querían que él asuma el puesto debido a su actuación en favor de los grupos de la oposición siria, incluyendo los extremistas armados.
El pasado verano, el secretario de EEUU, John Kerry, escogió a Ford para el cargo y existían planes para nombrarlo este año. Sin embargo, fuentes familiarizadas con la situación dijeron que la administración estadounidense ha decidido mantener a Ford en su actual puesto en Siria, como principal intermediario con los grupos de la oposición exterior. Ford ha estado viajando entre Washington, Ginebra y Estambul como parte de los esfuerzos para convencer a los líderes de la oposición exterior siria para que no tomen parte en la Conferencia de Ginebra-2, prevista para finales de enero.
La decisión de no considerar a Ford para el cargo muestra la dificultad a la que hace frente EEUU en sus relaciones con Egipto tras el golpe que derrocó a Mohammed Mursi, miembro de los Hermanos Musulmanes, en Julio de 2013.La Casa Blanca ha recibido presiones del Congreso de EEUU para que corte la ayuda a Egipto hasta que el país recupere un gobierno civil.
Aunque Ford tenía la misión de reparar los daños y crear unas estrechas relaciones con el hombre fuerte de Egipto, general Abdul Fattah al Sisi, sus sólidos vínculos con los Hermanos Musulmanes sirios y los rebeldes que luchan contra el gobierno sirio hicieron sonar las campanas de alarma en El Cairo y lo incapacitaron para el cargo. Los dirigentes egipcios creen que Ford podría adoptar la misma actitud con respecto a la oposición islamista en Egipto.
“Ford es un hombre que está dispuesto a sentarse en la mesa con extremistas que son mucho peores que los Hermanos Musulmanes, así que es posible que la Casa Blanca estuviera buscando a alguien para hacer precisamente eso en Egipto”, dijo un diplomático árabe a la publicación norteamericana The Cable.