Según el sitio del diario español Público, el Juez Moreno, de la Audiencia Nacional de España, decretó recientemente condena de prisión para Adelwahid Sadik Mohammed, detenido por la Policía Nacional.
Según el sitio del diario español Público, el Juez Moreno, de la Audiencia Nacional de España, decretó recientemente condena de prisión para Adelwahid Sadik Mohammed, detenido por la Policía Nacional y la Guardia Civil en el aeropuerto de Málaga y acusado de pertenencia a la organización Estado Islámico en Iraq y Siria (EIIS).
El auto del juez señala que Mohammed viajó a Siria junto con decenas de voluntarios extremistas para participar en operaciones "durante varios meses mediante el uso de una intensa actividad violenta". Este suceso, según el juez, supone el primer caso conocido de un yihadista retornado a España después de recibir instrucción militar y haber combatido en un país extranjero
Con Sadik Mohamed, son 18 los residentes en España los que habrían partido para luchar en grupos yihadistas sirios como EIIS o el Frente al Nusra. Según un estudio realizado por Fernando Reinares y Carola García-Calvo, especialistas en terrorismo internacional del Instituto Elcano, una docena serían españoles y otros seis serían ciudadanos marroquíes con domicilio en España.
Sin embargo, el caso de Mohamed es el que más preocupa a las Fuerzas de Seguridad del Estado que siempre han contemplado la posibilidad de que, tras el fin del conflicto sirio, estos combatientes retornen a España y comentan actos violentos en el país.
El analista en terrorismo Óscar Pérez Ventura dijo a Público que “el mayor riesgo es que esos individuos pretendan continuar esa yihad en suelo europeo, cometiendo atentados gracias a un entrenamiento en manejo de armas y explosivos, imposible de aprender en casa a través de Internet u otras fuentes".
Según el periódico, el perfil del yihadista español sería el de un varón de entre 16 y 49 años, casado y, salvo alguna excepción, sin trayectoria violenta previa. La mayoría proceden de Ceuta, donde entre junio y septiembre de 2013 fue desarticulada una red hispano-marroquí en el deprimido barrio de El Príncipe, en la ciudad autónoma. La operación, realizada por la Policía Nacional y la Guardia Civil, se saldó con la detención de ocho personas.
La red se encargaba de labores de radicalización y reclutamiento, normalmente estimulado a través de incentivos económicos proporcionados a las familias. Desde Ceuta cruzaban en ferry hasta Algeciras y de allí a Málaga o Madrid para volar directamente a Estambul. Atravesaban Turquía hasta la provincia de Hatay, en la frontera con Siria y, una vez allí, eran puestos en contacto con los facilitadores yihadistas de EIIS o del Frente Al Nusra. Tras pasar normalmente un curso de adoctrinamiento religioso de diez días y otro militar de dos semanas, la mayoría engrosaban su filas como combatientes. Sin embargo, tres de ellos fueron utilizados para cometer misiones suicidas.
El Instituto Elcano señala también que otros 25 individuos habrían viajado desde España a Siria para combatir como voluntarios del Ejército Libre Sirio.
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