El FBI estadounidense ha expresado su preocupación por los estadounidenses que van a Siria a combatir contra el gobierno, señalando que ellos podrían radicalizarse allí antes de volver a EEUU.
El FBI estadounidense ha expresado su preocupación por los estadounidenses que van a Siria a combatir contra el gobierno, señalando que ellos podrían radicalizarse allí antes de volver a EEUU.
“Estamos tratando de averiguar qué está haciendo nuestra gente allí, quien debería ser seguido y quien debería ser acusado”, dijo James Coney, director del FBI, durante una entrevista con reporteros el jueves.
“Muchos, incluyendo estadounidenses, pueden ir a Siria y aprender allí peligrosas técnicas. Mi preocupación es que esa gente vaya a Siria, desarrolle nuevas relaciones, aprenda nuevas técnicas, se convierta en más peligrosa y luego regrese a EEUU”, añadió.
El jueves, el periódico New York Times informó que los grupos vinculados a Al Qaida en Siria están tratando de identificar, reclutar y entrenar a estadounidenses y a otros occidentales que han viajado allí para llevar a cabo atentados terroristas cuando vuelvan a casa.
El diario citó a un alto responsable de la inteligencia de EEUU que dijo que el conflicto sirio “se ha convertido en un imán para los occidentales que buscan luchar al lado de los rebeldes que combaten al gobierno de Bashar al Assad.”
Poco antes, el periódico estadounidense informó que al menos 70 estadounidenses han ido a Siria o han intentado llegar allí.
Washington está ahora preocupado de que los grupos vinculados a Al Qaida hayan reclutado y entrenado a estadounidenses que viajaron a Siria con el fin de convencerles de que lleven a cabo atentados cuando vuelvan a EEUU.
Responsables europeos comparten las mismas preocupaciones. Los analistas señalan que 1.200 europeos han ido a Siria a combatir dentro de los grupos armados.
Según responsables estadounidenses, la mayoría de los estadounidenses que han ido a Siria están todavía en ese país aunque unos pocos han muerto.