A dos meses de la celebración de la Conferencia de Ginebra-2, extraños acontecimientos se producen en el norte de Siria.
A dos meses de la celebración de la Conferencia de Ginebra-2, extraños acontecimientos se producen en el norte de Siria. En una parte de Alepo, que había estado bajo el control del así llamado Estado Islámico de Iraq y Siria (EIIS), un grupo terrorista vinculado a Al Qaida, la situación ha sufrido un giro y este último ha sufrido sucesivas derrotas a manos de una coalición de otros grupos armados, fundamentalmente el Ejército Sirio Libre (ESL) y el Frente Islámico (FI), dirigida contra el mismo.
Según los analistas políticos, Arabia Saudí lleva a cabo una enorme purga en las filas de los terroristas takfiris y busca fortalecer sólo a aquellos que le son sumisos. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que Arabia Saudí es la fuente ideológica, financiera y humana de la que ha bebido históricamente el EIIS, que comparte la ideología wahabí con sus oponentes.
Los saudíes han creado, de este modo, otro grupo, fruto de la unión de varios grupúsculos wahabíes, que representa sus intereses. Éste es el así llamado Frente Islámico, que está totalmente bajo su control. Ello explica por qué las milicias salafistas y takfiris de Alepo atacan al EIIS.
Todo ello tiene lugar en el marco de una guerra secreta entre los servicios de inteligencia estadounidense, francés, qatarí, saudí y turco, que intentan controlar a los grupos armados y convertirlos en portavoces de sus intereses y su hostilidad hacia Siria, Irán y Hezbolá.
En resumen, Arabia Saudí busca jugar sus últimas cartas en Siria y lograr la iniciativa sobre el terreno mediante la toma del control de todas las milicias activas con el fin de unificarlas y mejorar su actuación en la lucha contra el gobierno sirio.
Los saudíes intentan, de este modo, conservar las adquisiciones de tres años de guerra contra el Estado sirio, que no ha aportado nada sustancial a sus patrocinadores.
EEUU podría reanudar la ayuda
La ofensiva contra el EIIS tendrá una primera consecuencia para los grupos armados que participan en ella. Según el diario New York Times, la Administración Obama está considerando la reanudación de la ayuda “no letal” a la así llamada “oposición moderada”, en referencia al ESL, incluso aunque parte de ella acabe en los grupos islamistas “aliados con los moderados”, es decir, el FI.
EEUU suspendió los envíos de ayuda el pasado mes después de que los almacenes y equipos de la oposición fueran tomados por el Frente Islámico. Como resultado de la alianza del ESL y el FI contra el EIIS, vinculado a Al Qaida, Washington podría, sin embargo, reanudar esta ayuda.
Esto ha sido visto también como un gesto dirigido a la oposición siria con el fin de convencerla de que acusa a la Conferencia de Ginebra-2.