El incidente se produjo en un momento en el que las dos partes negocian un acuerdo que permitiría a una parte de las tropas estadounidenses quedarse en Afganistán.
Las tropas de ocupación estadounidenses en Afganistán han dado muerte a un niño de 4 años en una operación que el presidente afgano, Hamid Karzai, ha condenado vivamente y que ha creado una nueva tensión en las relaciones entre Washington y Kabul.
El incidente se produjo en un momento en el que las dos partes negocian un acuerdo que permitiría a una parte de las tropas estadounidenses quedarse en Afganistán después de la retirada prevista de la mayoría de ellas a finales de este año.
“Nosotros condenamos el asesinato de este chico de la manera más firme”, declaró el portavoz del presidente, Aimal Faizi, a AFP.. “Hemos pedido que se detengan totalmente las operaciones militares contra las zonas residenciales. Esta demanda no ha sido tomada en cuenta por las fuerzas extranjeras, lo cual ha llevado a que se produzcan víctimas civiles, incluyendo mujeres y niños”, añadió el portavoz.
Las fuerzas de la OTAN en Afganistán, lideradas por las tropas estadounidenses, han publicado, como de costumbre, un comunicado de condolencias a la familia del niño muerto y han prometido investigar las causas de lo que calificaron de “accidente”.
Las relaciones entre Washington y Kabul se han tensado desde hace varios años y esto ha llevado a una paralización de las negociaciones sobre un Acuerdo Bilateral de Seguridad (ABS), que permitiría el establecimiento de bases estadounidenses y la permanencia de algunas tropas de esa nacionalidad en el país.
El portavoz afgano subrayó que la detención de las operaciones militares de la OTAN en las zonas civiles es una de las condiciones de Afganistán para la firma del acuerdo.
Según el Washington Post, el embajador estadounidense en Afganistán ha advertido a Washington que el presidente Karzai no firmará el acuerdo antes de las elecciones presidenciales de abril y dejará el tema en manos de su sucesor, hecho éste que ha provocado la irritación de la administración norteamericana.