El presidente ruso y su homólogo chino han reiterado su apoyo al programa nuclear civil de Irán, defendiendo así el derecho de la República Islámica a la energía nuclear.
El presidente ruso, Dimitri Medvedev, y su homólogo chino, Hu Jintao, han reiterado su apoyo al programa nuclear civil de Irán, defendiendo así el derecho de la República Islámica a la energía nuclear.
En una declaración conjunta emitida el jueves en la capital de Rusia, Moscú, Medvedev y Hu Jintao, de visita en el país, mostraron su apoyo a Irán con respecto al tema nuclear, dijo Reuters.
El miércoles, el ministro de Exteriores de Irán, Ali Akbar Salehi, dijo que el presidente de su país, Mahmud Ahmadineyad, ha expresado su disposición a mantener de nuevo conversaciones con las grandes potencias con respecto al programa de energía nuclear de la República Islámica.
“El presidente de la República Islámica de Irán ha anunciado de nuevo la disposición de Irán a resolver el tema nuclear de nuestro país a través de negociaciones con el P5+1 (Reino Unido, China, Francia, Rusia y EEUU más Alemania)”, dijo Salehi.
Salehi se estaba refiriendo a las declaraciones del presidente Ahmadineyad durante un encuentro trilateral con sus homólogos ruso y kazajo en los márgenes de la cumbre de la Organización para la Cooperación de Shanghai (OCS), celebrada en Astana, la capital de Kazajstán.
El ministro iraní subrayó también la estrecha cooperación de la República Islámica de Irán con la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) como prueba de la naturaleza pacífica de su programa nuclear.
En un encuentro separado con el presidente Ahmadineyad en Astana, el presidente chino, Hu Jintao, enfatizó que los derechos nucleares de Irán deben ser respetados y que deben ser realizados esfuerzos para alcanzar un acuerdo negociado sobre las actividades nucleares pacíficas de Irán.
Dos rondas de conversaciones multilaterales entre Irán y el P5+1 fueron celebradas en Ginebra en diciembre de 2010 y en la ciudad turca de Estambul el pasado mes de enero.
La AIEA ha llevado a cabo numerosas inspecciones en las instalaciones nucleares de Irán, pero nunca ha hallado evidencias que confirmen las alegaciones norteamericanas de que el programa nuclear de Irán puede estar dirigido a la fabricación de armas nucleares.
Irán ha negado las alegaciones occidentales como enteramente infundadas y ha señalado que, como miembro de la AIEA y país signatario del Tratado de Proliferación Nuclear (TNP), tiene el derecho a utilizar la tecnología nuclear para los usos pacíficos de generación de electricidad e investigación médica.