La Casa Blanca denunció con virulencia el martes el homenaje del ministro de Exteriores iraní a un ex dirigente militar de Hezbolá asesinado por el Mossad, estimando que tal acto podría exacerbar las tensiones.
La Casa Blanca denunció con virulencia el martes el homenaje del ministro de Exteriores iraní a un ex dirigente militar de Hezbolá asesinado por el Mossad, estimando que tal acto podría “exacerbar las tensiones en Oriente Medio”.
El jefe de la diplomacia iraní, Mohammad Yavad Zarif, de visita en el Líbano, depositó el martes una corona de flores sobre la tumba de Imad Mugniyé, el principal mando militar de la Resistencia Islámica en el Líbano.
En un comunicado, la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Caitlin Hayden, afirmó que “EEUU condena la decisión del ministro de Exteriores iraní de depositar un ramo de flores en la tumba de Imad Mugniyé”, responsable, según ella, de “horribles actos de terrorismo”.
“Las violencias inhumanas perpetradas por Mugniyé y que el Hezbolá libanés continúa llevando a cabo en la región, con el apoyo material y financiero de Irán, han tenido efectos profundamente desestabilizadores y mortales para el Líbano y la región”, dijo Hayden.
“La decisión de rendir homenaje a un individuo que participó en acciones tan nefastas y a una organización que continúa apoyando el terrorismo en todo el mundo envía un mensaje incorrecto y no hará más que exacerbar las tensiones en la región”, afirmó Hayden.
El mártir Mugniyé fue uno de los cerebros de la victoria militar de la Resistencia libanesa sobre Israel en la Guerra de Julio de 2006. Él fue asesinado en un atentado llevado a cabo en 2008 por el Mossad israelí.