Un nuevo informe de expertos estadounidenses sugiere que las alegaciones contra el gobierno sirio en relación al ataque químico de Guta eran falsas.
Una serie de revelaciones sobre los cohetes usados para lanzar gas sarín contra el suburbio de Guta Oriental, en Damasco, el pasado 21 están desmintiendo las presunciones de la Inteligencia estadounidense sobre aquel ataque y sugieren que las alegaciones utilizadas por algunos responsables estadounidenses, incluyendo el presidente Barack Obama, para justificar un ataque militar contra Siria no eran correctas.
Un equipo de expertos en armas y cuestiones de seguridad se reunió esta semana en Washington para discutir este tema y concluyó que el alcance de los cohetes que lanzaron el gas sarín aquella noche era demasiado pequeño para que ellos hubieran podido ser lanzados desde las posiciones del gobierno sirio, desde las que la Administración Obama afirmó que tales cohetes habían partido.
En su informe titulado “Posibles Implicaciones de una Defectuosa Información Técnica de Inteligencia”, Richard Lloyd, un antiguo inspector de armas de la ONU, y Theodore Postol, profesor de ciencia, tecnología y política de seguridad nacional del Instituto Tecnológico de Massachusetts, afirman que el alcance de los cohetes, de poco menos de dos kilómetros, significa que ellos no pudieron ser lanzados desde las áreas controladas por el Ejército sirio.
Los expertos internacionales en armas señalan que los artefactos en cuestión -improvisados cohetes de 330 a 350 mm equipados con un gran recipiente en su cabeza para almacenar las sustancias químicas- no aparecen en la declaración del gobierno sirio sobre su arsenal químico entregado a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas y aparentemente no fueron descubiertos por los inspectores de la organización, que han destruido la capacidad siria para lanzar armas químicas.
Las investigación prueba, así, de forma decisiva que las fuerzas del gobierno sirio no estuvieron detrás del lanzamiento de las armas químicas que mataron a cientos de sirios en la madrugada del 21 de agosto. A pesar de tales pruebas, los responsables estadounidenses continúan mintiendo al afirmar que fue el gobierno sirio el responsable del ataque en la Guta Oriental. En Washington, la Oficina del Director de Inteligencia Nacional dijo que su evaluación sobre la responsabilidad del gobierno sirio en el ataque no ha cambiado.
Sin embargo, los autores del informe publicado el miércoles señalan que su estudio técnico sobre el diseño del cohete, su carga probable y su trayectoria muestran que es imposible que estos artefactos fueran lanzados desde áreas controladas por el gobierno, lo cual deja a los rebeldes sirios como los autores seguros de aquella acción.