El antiguo presidente tunecino Zin El Abidin Ben Ali ha negado todos los cargos en su contra en la víspera de su juicio por rebeldía en Túnez.
El antiguo presidente tunecino Zin El Abidin Ben Ali, el primer líder árabe derrocado por la ola de revoluciones en el mundo árabe, ha negado todos los cargos en su contra en la víspera de su juicio por rebeldía en Túnez.
El antiguo hombre fuerte del país, que huyó a Arabia Saudí el 14 de enero tras hacer frente a una revuelta popular contra sus 23 años de mandato, va a ser juzgado en rebeldía por un tribunal penal por 93 casos dirigidos contra él y miembros de su entorno.
Ben Ali podría hacer frente a una condena de hasta 20 años en prisión si es hallado culpable de los cargos, que incluyen delitos relativos a drogas y las armas encontradas en su palacio de Cartago.
El juicio del lunes es sólo el principio de un largo proceso legal que podría ver a los principales miembros del régimen de Ben Ali en el banquillo de los acusados por alegaciones que incluyen el asesinato, la tortura, el lavado de dinero y el tráfico con objetos arqueológicos.
De los 93 cargos a los que Ben Ali y su círculo hacen frente, 35 serán traspasados a un tribunal militar, dijo el portavoz del Ministerio de Justicia, Kadhim Zine El Abidin.
La condena por asesinato o torturas por parte del tribunal militar conlleva la pena de muerte.
El jefe del sistema de justicia militar, coronel Maruan Buguirra, dijo que el antiguo ministro del interior, Rafik Belhay Kacim, podría ser acusado en casos referidos a la muerte de 300 civiles en las protestas que tuvieron lugar entre el 17 de diciembre y el 14 de enero.
Los investigadores están ahora tratando de establecer un inventario de las ganancias ilegales amasadas por el derrocado presidente y su esposa Leila Trabelsi y que, según el jefe de una comisión de investigación nacional nombrada al efecto, podrían alcanzar la cuarta parte del PIB del país.
Varios países europeos han congelado los activos pertenecientes a Ben Ali y su entorno.
La autoinmolación el pasado diciembre de Mohammed Buazizi, el vendedor de 26 años que se estaba quejando de desempleo, provocó una revuelta popular contra el régimen de Ben Ali, su familia y su entorno.
La revolución de Túnez inspiró una ola de protestas populares que ha barrido el mundo árabe y llevó también a la caída del presidente egipcio Hosni Mubarak y el estallido de un conflicto en la vecina Libia.